Nelson Cossio tendrá detractores por su estilo de juego y su forma frontal y a veces irónica de expresarse, pero nadie puede negar que sus equipos se impregnan de su filosofía y desde ahí salen a buscar los resultados. Y esto, incluso en tres semanas, que es el tiempo que lleva en su segundo periodo en San Luis.

El ex técnico de Melipilla vive intensamente los partidos. Antes del juego, se pasea ansioso por la cancha, al lado de sus jugadores cuando hacen el calentamiento. Consumada la clasificación en Coquimbo, Cossio solo quería disfrutar, llamar a su familia e ir a cenar con la delegación antes de volver a Quillota.

De todas formas, atendió los requerimientos de los medios sin dejar de contestar ninguna consulta y hasta haciendo él preguntas para reforzar sus argumentos. '¿Cuánta gente fue al primer partido con Coquimbo? ¿Tres mil? Bueno ese día me comí tres mil garabatos con el cambio de (Jean) Meneses. Pero hay que entender que era para controlar el daño que nos hacían los volantes de Coquimbo cuando se abrían, igual como pasó el miércoles con Muñoz'.

Cossio fue llamado a apagar un incendio que amenazaba con dejar reducido a cenizas al cuadro canario tras el título del Apertura, y aunque no muchos confiaban en él, le devolvió el espíritu a un San Luis que mañana desde las 20 horas, luchará por golpear de entrada a un Barnechea que de visita es cosa seria y en Quillota... lo saben. J