Secciones

En acantilado hallan prendas de joven extraviado en Valpo

fotos: manuel lema

E-mail Compartir

Un triste final tendría la dramática búsqueda de un joven que desapareció hace diez días en Valparaíso. Ayer en una zona de acantilados en Playa Ancha, aparecieron su mochila con prendas de vestir y un zapato. La PDI, junto a personal de la Armada, Bomberos y el Cuerpo de Voluntarios del Bote Salvavidas, rastrean por tierra y mar el cuerpo que continúa perdido. Hoy siguen las faenas para ubicarlo.

El pasado sábado, en la edición de La Estrella se publicó el caso de Víctor Peña Vergara, un joven de 24 años que se desempeña como trazador en la empresa Besalco, en la obra de remodelación del estadio Sausalito. El joven reside en el cerro Merced junto a su pareja y dos hijos de 5 y 7 años. Su padre, Víctor Peña González, contó que el viernes 16 de mayo su hijo salió de carrete junto a compañeros de trabajo. Fueron a Quilpué y regresaron a Valparaíso, donde departieron en 'after hours' de calle Las Heras y Salvador Donoso. Al mediodía del sábado 17 de mayo se le perdió la pista, cuando salió de un local y se separó de sus amigos. No regresó a su hogar ni se presentó a su trabajo. Tampoco contestó su celular. Sus angustiados familiares lo buscaron en hospitales e incluso la morgue, pegando carteles con su rostro en las calles del plan porteño. Incluso recurrieron a videntes para dar con su paradero.

La denuncia de presunta desgracia quedó en manos de la Bicrim de Viña del Mar, que armó un equipo multidisciplinario para rastrearlo. Ayer las pesquisas dieron sus frutos, luego que un testigo que observó la publicación del diario, donde se informa del extravío de Víctor, entregara valiosas pistas a la investigación. Se trata de Andrés, un joven deportista viñamarino aficionado al triciclo, quien relató que el domingo 18 de mayo -un día después que se perdiera Víctor- iba con su polola por el camino costero, y en un mirador ubicado frente al cementerio N°3 de Playa Ancha, quiso ir al baño a orinar. En un desplayo observó una mochila negra y al abrirla se percató que tenía prendas de vestir, como una chaqueta de construcción manga corta, naranja fosforescente, con el nombre de la firma Besalco y de la obra del estadio Sausalito, además de una huincha para trazar, entre otras especies. Según el joven, dejó la mochila en el lugar y tras leer ayer del caso en la prensa alertó a la familia y la PDI. 'Los detectives se han abocado a establecer la rutina última del joven, logrando llegar a este lugar gracias a un testigo que encuentra evidencia que fue reconocida por familiares de la persona desaparecida', declaró el subprefecto Francisco Orellana, jefe de la Bicrim de Viña del Mar.

Tanto la PDI como los padres, la conviviente, y otros parientes y amigos de Víctor Peña, se trasladaron hasta el mirador ubicado frente al cementerio N°3. Allí primeramente se encontró un recipiente de plástico tipo tupperware, que fue reconocido por la conviviente de Víctor. Dijo que era el mismo que utilizó para almacenar lasagna, la ultima colación que le preparó para que llevara al trabajo. A media mañana llegó el testigo que dio con la mochila el domingo 18 de mayo, quien relató del hallazgo a la familia y la policía. La PDI solicitó la presencia de bomberos para un rastreo de los acantilados, al existir la posibilidad cierta que el joven cayera hacia el mar. Mientras los voluntarios descendieron con cuerdas y arnés, en el sector surgió el rumor de que los documentos del joven fueron dejados en una radioemisora, situación que tras ser chequeada por la PDI fue descartada. A las faenas de búsqueda se unió por mar el Cuerpo de Voluntarios del Bote Salvavidas y una lancha de la Armada.

Sin duda el momento más dramático de la jornada se vivió a las 14.00 horas, cuando bomberos encontraron un zapato. El calzado tipo mocasín fue reconocido por la conviviente y otros seres queridos del obrero, los que se abrazaron y rompieron en llanto, ya que esta situación confirmaba sus temores de que algo malo le sucedió a Víctor. Momentos después en una parte baja de los roqueríos, se logró ubicar la mochila con las prendas del obrero. La PDI gestionó ante la Fiscalía una orden para que buzos tácticos de la Armada hicieran un rastreo subacuático, diligencia que debiera comenzar a primera hora de esta mañana.

De acuerdo a la información que la familia entregó a la PDI, el joven Víctor no sufría depresión o tenía intentos de autoeliminación anteriores como para pensar en el suicidio. Una línea de investigación de la PDI apunta a que el sábado 17 de mayo el joven acudió a ver a su abuelo y a otro cercano al cementerio N°3 de Playa Ancha, como lo había realizado en anteriores ocasiones. Lo que no está claro es su presencia en los acantilados, si es que estaba acompañado, y si pudo caer de manera accidental o por intervención de terceros. Otra pista que siguen los detectives dice relación con el giro de dinero, poco más de 100 mil pesos que realizó la noche que salió con sus amigos. En ese aspecto no se descarta la hipótesis de un asalto. J