En su edición del 26 -05, Pág.5, encuentro muy bien la actitud de don Luis Rojas, el dueño del chancho Pepe, a quien 'lo pilló chanchito' y no lo regañó cuando se le escapó. Si en el fondo lo único que quería el 'Pepe' era 'pasarlo chancho' con sus amores del Barrio O´Higgins. En el fondo 'la culpa no es del chancho 'Pepe', sino de don Luis que le presentó a las chanchitas. Ojalá que este acuerdo de voluntades entre don Luis y el chancho Pepe, sea un ejemplo para lograr acuerdos en las reformas que se tramitan, en donde las peleas se fueron al porcino. Ojalá que no se aprueben 'a todo chancho', para que de una vez por todas deje de estar en nuestro querido Chile 'el chancho mal pelao'.

P.D.

Muchas felicitaciones a la periodista Cinthia Matus O. por la nota del chancho 'Pepe', esas noticias que nos sacan del vertiginoso día a día y que son una de las razones del por qué me considero un fiel lector de la Estrella de Valparaíso, nuestras mascotas, nuestros hermanos menores siempre nos enseñan algo nuevo...

Felicitaciones...

Luis Enrique Soler Milla

Lo que se comprende al hablar de justicia social es cuando la sociedad nos da la posibilidad de que cada persona, asociación o pueblo disponga de los medios necesarios, según su naturaleza y condición, para desarrollarse plenamente, en otras palabras, es el bien común. Según la doctrina conciliar, el bien común conlleva tres elementos esenciales: el respeto a la persona, el bienestar social y en el desarrollo de todos los ámbitos y la paz. La autoridad nos garantiza la justicia social para la búsqueda del bien común, pero según mi punto de vista no se ha logrado tener la justicia social adecuada para la sociedad. Lo que creo que las autoridades necesitan hacer es un método para examinar los sistemas sociales y los síntomas de su mal funcionamiento que conducen a la injusticia social para poder lograr el objetivo esperado que todos necesitamos.

Rocío Bazán Coya

Alumna Escuela Nacional

de Líderes Católicos