Más de alguien conocerá la historia del pintor que salvó la vida de una niña en un sanatorio, al pintar una hoja en la enredadera que estaba en la pared frente a su ventana. Una sensación similar es la que siento cada vez que miro el mural que un joven artista, formado en el Bellas Artes de Viña del Mar, está realizando en el frontis de la Escuela Alemania, en la avenida Argentina, hace algunas semanas. Entre tantas desgracias que han asolado Valparaíso, reconforta que nos recuerden que aún hay futuro, que hay más vida después de la tragedia y que ésta puede ser más bella que la anterior. Esto me hizo pensar: ¿por qué el lema de la reconstrucción debe ser 'Fuerza Valparaíso'? Propongo uno mejor: 'Belleza, Belleza, Belleza Valparaíso'.

Kenai Etznab, poeta.

Que habrá reforma de la educación: sí, sin duda. Lo que no se sabe es de qué tipo, con qué calidad, con qué costos, ni con qué capacidad innovadora y anticipadora. Si no se describen los escenarios posibles para la continuidad del actual sistema educativo en los próximos 10, 20 o más años, se hace difícil enunciar los diferentes resultados que se espera -en los mismos plazos- con la reforma en curso. Y, por eso, es imposible imaginar los resultados a obtener en términos comparativos: mejor calidad, menores costos, más inclusión, igualdad, innovación y anticipación. La reforma se caracteriza por algunos aspectos que son muy discutibles. Por ejemplo, hace referencia a los recursos financieros del Estado y a la eliminación del lucro de las instituciones educativas, lo que obliga a ser muy claro en identificar la cadena de destinos donde irán los enormes recursos financieros involucrados que necesariamente alimentarán a muchas empresas y personas, vinculadas o no la educación. ¿Estará probado que la eficiencia y la eficacia de los procesos y los resultados educativos es superior en instituciones sin fines de lucro o es que, al final, el lucro institucional se traspasa al lucro personal? ¿Con qué actitud lucrarán los egresados de instituciones sin fines de lucro?

Omar Villanueva, OLIBAR.