El pan más barato del Puerto está en la cárcel
juan jordán
Las quejas por las sucesivas alzas en el precio del pan se han convertido, paradojalmente, en 'pan de cada día'. Sin embargo, en nuestra región existe una panadería que, contra todo pronóstico, mantendrá el kilo de este alimento a un valor inferior a los mil pesos.
Esta panadería está ubicada nada más ni nada menos que en el Centro de Estudio y Trabajo (CET), en el corazón del Complejo Penitenciario de Valparaíso, en donde 23 internos seleccionados trabajan por turnos, amasando distintos tipos de panes.
'El valor del pan nuestro es alrededor de un 15 y un 20% menor de lo que se puede encontrar naturalmente en el mercado (...) Diariamente confeccionamos unos 1.400 kilos de pan, en donde tenemos como cliente cautivo al Complejo Penitenciario, haciendo entregas de forma diaria, y también al Hogar de Cristo, a quien entregamos alrededor de 100 kilos diarios, excepto los lunes, miércoles y viernes, en donde les entregamos un 40% más de lo que nos piden normalmente', explicó el capitán Luis Ibáñez, jefe del CET.
El único inconveniente de la panadería penitenciaria es que no cuenta con movilización propia para distribuir y transportar el pan. 'Nosotros estamos en condiciones como panadería para realizar más pan y vender a privados, pero tenemos un inconveniente con el medio de entrega: la movilización. Pero por eso invitamos a los proveedores o distribuidores particulares que quieran conocer nuestro trabajo a que puedan venir, comprar y distribuir como se opera en el mundo privado. Creemos que sólo por desconocimiento no se ha abierto esta brecha', comentó el capitán Ibáñez.
Respecto a la calidad del producto, los panaderos aseguran que lo preparan con lo mejor de sí mismos.
'Soy maestro panadero y hacemos las hallullas para los internos y funcionarios del complejo.
Es un trabajo buenísimo porque partimos a las 10.00 de la mañana armando las latas, prendiendo el horno, partiendo full con las hallullas. Aprendí acá a hacer pan y eso gratificante. Hemos recibido buenos comentarios', señaló Patricio Guerrero, un interno agradecido por la oportunidad laboral. J