Ante los constantes problemas de seguridad que afectaban a sus pasajeros y también a los vecinos del sector, el hotel Fauna -ubicado en el pasaje Dimalow del cerro Alegre- hace unos meses atrás cerró el sitio eriazo que estaba al lado de sus dependencias y que comunica la recién inaugurada plazoleta Lukas con el pasaje Palma.

Por dicho lugar era habitual que los vecinos 'cortaran' camino, ya que este terreno, que por años estuvo botado, permitía comunicar el barrio con Almirante Montt. Actualmente el sitio pertenece a la sociedad Viatoris Limitada, dueños del hotel Fauna, quienes decidieron durante el 2013 cerrar. Instalaron una puerta y distribuyeron llaves a todos los vecinos.

Sin embargo, no todos quedaron conformes con la determinación, entre ellos los profesores y alumnos de la corporación Tukuypaj, que tiene un centro justo al lado de este terreno, donde ofrecen cursos de capacitación para niños y jóvenes con capacidades diferentes.

María Marcela García, periodista de la institución, contó que a ellos nunca se les informó del cierre y tampoco se les entregó una llave para circular. 'Seguramente hay una justificación para poner la reja, pero para nosotros es muy complicado ya que cuando no hay ascensor transitamos por el pasaje y varias veces nos hemos encontrado con la puerta cerrada. Una vez incluso una profesora se quedó ahí atrapada, sin poder pasar. Tuve que ir a buscar una llave al hotel'.

La directora de Tukuypaj, Gloria Patricia González, envió una carta a la municipalidad en septiembre del año pasado explicando esta situación y hasta ahora no ha recibido respuesta. Según María Marcela García ni siquiera sabían que el cierre del pasaje fue realizado por los dueños del hotel Fauna.

'Para nosotros es complejo porque cuando no hay ascensor tenemos que transitar por la otra escala, que da a Elías y que es muy peligrosa', destacó García.