Ayer Lionel Messi cumplió 27 años. Y para el crack rosarino ningún cumpleaños es igual. Desde que participó de la primera convocatoria de la Selección Argentina juvenil, la mayoría de las veces debió festejar con sus compañeros de equipo en la concentración de la albiceleste y alejado de su familia.

Así le sucedió durante el Mundial Sub 20 de Holanda en el año 2005. En las Copas América de Venezuela y Argentina. Y en cada uno de los Mundiales que participó, Messi festejó su cumpleaños en la concentración de Argentina: En el Mundial de Alemania 2006 en la concentración en Herzogenaurach; en el Mundial de Sudáfrica 2010 en Pretoria, y en Brasil lo festejó con sus compañeros en Porto Alegre, donde hoy enfrentará a Nigeria.

Lo que más lamentó el ídolo del Barcelona es que este año no pudo disfrutar de la compañía de su hijo Thiago, quien lo visitó con su mujer Antonella, y el resto de su familia, el lunes por la tarde en Ciudad Do Galo.

Sus amigos más íntimos son parte de la Selección. De ahí que celebrar su cumpleaños con el equipo es lo más normal del mundo. El crack ya está habituado a las bromas del Kun Agüero, a los abrazos de Mascherano y Romero, y a recibir las manteadas de Lavezzi y Zabaleta. También a que Dady, el masajista del equipo y Marito el utilero, sean parte de la ronda alrededor del pastel. Y ayer habría pedido ser campeón mundial.

Con motivo de su cumpleaños número 27, Adidas, lanzó una ultra limitada edición de 27 botines de Messi, los ya conocidos battle Pack F50 en un color distinto, obviamente.

Pero el 24 de junio no es solamente el cumple de Messi, pues Juan Román Riquelme (36) también celebró un nuevo aniversario. J