Pescadores piden a San Pedro proteger la captura de jibia
fotos: juan jordán y agencia uno
Manuel Cisternas va de un lado a otro. Durante los últimos 50 años, el trayecto desde la caleta El Membrillo al Muelle Prat le es tan habitual como salir de su casa y mirar el océano. Dirigente histórico, hoy es el presidente del Sindicato de Pescadores de El Membrillo, y ayer, el responsable de que la fiesta en honor a San Pedro, el patrono de los hombres de mar, fuera un éxito.
Lo abordamos justo cuando salía en compañía de un párroco desde su caleta, esa que a los 12 años lo recibió, cuando le llevaba el almuerzo a su padre. Hoy, ya semi retirado del trabajo en la mar, Cisternas lucha por los derechos de su gente y 'contra los monstruos grandes que pisan fuerte' dice, emulando el 'Sólo le pido a Dios' del argentino León Gieco.
A metros de la imagen de San Pedro y liderando una procesión que se extendía por varios metros, Cisternas reafirma que su mayor preocupación sigue siendo la pesca industrial, esa que, con leyes echas 'a su medida', se queja, tiene respirando a paso rápido a los pescadores de Chile.
Un ejemplo sencillo es lo que pasa con la jibia, la misma que hace 10 años les causó más de algún dolor de cabeza a los pescadores, pero que hoy ha hecho que incluso las nuevas generaciones vuelvan a la mar. 'Un sólo barco que recoja jibia, hace lo mismo que saca una caleta completa; ese es el daño que nos hacen', cuenta el dirigente.
Agrega que la jibia, que ahora es la regalona de los pescadores que antes la odiaban, ya bajó de precio para la exportación, justamente influenciado por la oferta y la demanda, algo que varió con el ingreso en el negocio de la pesca industrial.
'El año que pasó fue bueno, pero ciertamente el ingreso de la pesca industrial en este pescado nos ha comenzado a afectar', cuenta don Manuel.
A pocos metros de Cisternas, un grupo de 10 jóvenes lleva en andas a San Pedro, un traslado no menor considerando la distancia entre la caleta El Membrillo y el Muelle Prat. Elegidos en la asamblea de socios, los jóvenes son gente de mar, algunos que realizan este camino desde hace años.
'Yo estuve cuatro años haciéndolo y luego sentí que era el momento de cederle el puesto a otro', cuenta Manuel Cisternas, mientras la imagen tambalea para dar recambio al grupo de 18 jóvenes.
'Uno se prepara porque sabe lo importante que es para nosotros la imagen de San Pedro, sin importar la religión que uno sea; hoy damos gracias a San Pedro y pedimos un mejor año', asegura.
Los bailes le dan más vida a la fiesta y acompañan una procesión que luego irá por el mar con la imagen del Patrono. En esos barcos van las familias de los pescadores y turistas, que ven en esta colorida fiesta la reafirmación de una fe popular que contribuye a la identidad de Valparaíso y de los pescadores de Chile.
'Pensé que no vendría gente por el Mundial, la hora o la derrota de Chile, pero estoy feliz, mira cómo nos acompañan', concluye Cisternas, orgulloso. J