El sábado por la tarde, Diego Martínez se subió a su moto y, junto con un amigo, se internaron por los bosques de Placilla, hasta llegar la bucólico sector del Salto del Agua, un hermoso pasaje natural donde fluye una cascada.

Su misión era recolectar algunas rocas para un a tarea que le habían encomendando en la universidad Andrés Bello, de Viña del Mar, donde Diego, de 20 años, cursaba el segundo año de la carrera de Geología.

Diego había recorrido el sector del Salto de Agua en incontables ocasiones. Lo había hecho junto a su padre y amigos, lo que lo hacía casi un experto en dichos terrenos.

Sin embargo, cuando el reloj marcaba cerca de las 17.30 horas del domingo y mientras realizaba la recolección de rocas para estudio, unas imperfecciones en el terreno hicieron que el joven universitario y su amigo, de 17 años, identificado con las iniciales W.E.C.H., se precipitaran por un costado de la cascada que adorna el lugar.

Al caer, ambos jóvenes se sostuvieron de la ladera con las manos. W. logró hacer pie y aferrarse a unas ramas en una de las terrazas de la quebrada. Sin embargo, su amigo siguió cayendo al vacío en una caída de más 150 metros que finalmente le costó la vida.

Como pudo, el muchacho de 17 años logró llamar al 133 de Carabineros y dar aviso de la situación. Cuando le preguntaron por lo ocurrido, el joven señaló que había visto a su amigo caer hasta el final de la quebrada, a una poza que se encuentra en el lugar.

Durante toda la noche del domingo, efectivos de Bomberos de Placilla y del Gope de Carabineros realizaron una intensa búsqueda para tratar de dar con el paradero de Diego, quien pertenecía a la Congregación Cristiana de Placilla.

Precisamente uno de los integrantes de la agrupación religiosa participó durante toda la noche en la búsqueda. 'Nos quedamos durante toda la noche, pero la verdad es que el terreno es muy complicado. En un momento no podíamos ver un metro más allá y por eso decidimos pasar la noche en la quebrada, ya que no podíamos volver. Hizo mucho frío y eso también hace que uno quede algo inmóvil durante esta situación', señaló Guillermo Mardones, quien además pertenece a la Delegación Municipal de Placilla, que prestó ayuda en la búsqueda.

Pese a los esfuerzos, la noche del domingo la búsqueda terminó sin resultados y se reanudó la mañana de ayer.

Los operativos para dar con el paradero de Diego Martínez Zapata comenzaron a las 08.00 horas de ayer, con la participación de especialistas en descenso y buzos del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros, GOPE.

Justo en momentos en que se coordinaba el viaje de un helicóptero desde Santiago, llegó la señal desde lo más profundo de la quebrada del Salto de Agua: efectivos del GOPE habían encontrado en la poza de la cascada el cuerpo del universitario.

El cadáver joven se encontraba a 18 metros de profundidad, por lo que se comenzaron las maniobras de extracción y ascenso hasta el mirador del Salto de Agua.

La confirmación del hallazgo se realizó a las 12.00 horas, pero el rescate del cuerpo y su retiro por parte del Servicio Médico Legal de Valparaíso tomó más de cuatro horas, momentos durante los cuales el padre del universitario, Juan Diego Martínez, se hizo presente en el lugar, con evidentes muestras de dolor.

Según informó el tío de la víctima, el joven era hijo único. No había querido pololear porque quería concentrarse en los estudios y hace pocos meses se había unido al grupo cristiano de Placilla.

'Era un muchacho tranquilo. Él conocía muy bien estos lugares; venía con su padre y sabía cómo moverse por aquí', señaló el tío del joven fallecido, Juan Zapata.

El padre de la víctima prefirió no emitir declaraciones a la prensa. Sin embargo, se mantuvo en todo momento acompañando a los rescatistas que lograron extraer el cuerpo de su hijo desde el fondo de la quebrada.