Son hasta el momento... los reyes del suspenso. Y es que para la Selección de Argentina, el Mundial de Brasil 2014 ha sido de angustias y alegrías. Alegrías, porque están invictos, suman cuatro victorias en igual cantidad de presentaciones y ayer se instalaron entre los ocho mejores de una Copa del Mundo en donde no asoma un candidato fijo para levantar la copa, el próximo 13 de julio. De angustias, porque todos sus triunfos han sido con lo justo y en un par de ocasiones... sobre la hora.

Al margen de lo benevolente que ha sido el fixture para los pupilos por Alejandro Sabella (que se han medido con rivales accesibles como Bosnia Herzegovina, Irán, Nigeria y Suiza), la Argentina de Messi ha sufrido... y bastante. Prueba de aquello, su angustioso triunfo ante Irán en la fase de grupos (gol de Messi a los 91') y ayer, Ángel Di María los salvó de los penales, anotando en el minuto 118 del alargue el gol del triunfo y la clasificación frente a Suiza, en el 'Arena Corinthians' de Sao Paulo.

Por actitud y vocación ofensiva, Argentina ha merecido sus victorias. El problema es que el equipo depende casi exclusivamente de Lionel Messi, ya que el resto de las súper estrellas del cuadro Albiceleste, está por debajo de su nivel. Gonzalo Higuaín, por ejemplo, no es el mismo que brilló en su época del Real Madrid. El 'Kun' Agüero está lesionado y en el medio, salvo Mascherano, no asoma ninguna figura rutilante. Y es por ello que todos aguardan por el salvador Lionel Messi, el cual, fue maniatado por los suizos y el partido que se arrastró en un cero a cero hasta el minuto 118. No obstante, bastó un descuido para que Messi habilitase a Angelito Di María y este que la mandó a guardar en el fondo de la portería suiza, lo que provocó el júbilo y los llantos... incluso entre los relatores argentinos de DirecTV. J