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Desentierran antigua leyenda del tesoro escondido en C° Monjas

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Está claro que el Puerto de Valparaíso se esconde cientos de historias y leyendas que tal vez nunca terminemos de conocer. Pero no por eso dejan de sorprendernos. Una de ellas habla de un tesoro escondido en el cerro Monjas, de Valparaíso, el cual habría descubierto por un grupo de obreros por allá por el año 1930.

Y al igual como el tesoro del que habla, esta leyenda estuvo enterrada por décadas, hasta que el trabajo de investigación de un grupo de profesionales, habitantes del cerro Monjas, trajo a la superficie la historia de un obrero que, el 29 de mayo de 1930, dio con un tesoro de monedas de oro y plata nacionales y extranjeras en medio del cerro.

La arquitecto Patricia Sepúlveda Orbenes es una de las integrantes del grupo de trabajo, quien conoció la leyenda del tesoro y, al igual que muchos , pensó que eran puros cuentos.

'Conocimos al hijo del obrero que supuestamente encontró el tesoro. En un comienzo nuestra investigación tenía que ver la reconstrucción de la historia urbana y oral de las poblaciones del cerro Monjas, entre los año 1930 y 1960. Pero dentro de las investigaciones revisé los archivos de prensa de la época y me encontré con la sorpresa que efectivamente la leyenda del tesoro del cerro Monjas era verdad', detalla Patricia Sepúlveda a La Estrella.

En los archivos de la Biblioteca Severín de Valparaíso, una antigua nota publicada el 30 de mayo de 1930 daba cuenta de cómo Osvaldo Aracena, obrero que trabajaba en la construcción de la Población Cerro Monjas -viviendas sociales construidas por el gobierno-, un buen día golpeó con su chuzo una roca más dura que ninguna otra.

Don Osvaldo siguió dándole con el chuzo hasta que se encontró con una caja y, al interior de ésta, un tesoro de monedas de plata y oro, nacionales y extranjeras.

El inesperado hallazgo provocó que los obreros se tensaran a golpes para tomar las monedas y guardarlas para sí.

'Es una historia que siempre ha estado de boca en boca en el cerro y gracias a esta investigación pudimos confirmar que esto había sido verdad', señala Sepúlveda.

Según cuenta la arquitecta, Edmundo Aracena vendió el mismo día del hallazgo una de las más de treinta monedas de oro y plata que había encontrado. 'Le pagaron 50 pesos, algo así como 2 millones de hoy día. Eso era mucho dinero para él, ya que con su trabajo de obrero ganaba sólo 7 pesos al quincenal, o sea él tenía en sus manos una gran cantidad de dinero', agrega Sepúlveda.

Hoy en el cerro Monjas de Valparaíso aún viven los descendientes de Osvaldo Aracena, quienes relataron la historia a los investigadores.

'El hijo de Edmundo dijo que en algún momento en su casa vio la última moneda de oro que su padre había guardado, sin embargo nunca supo qué pasó con ella', añade Patricia Sepúlveda, quien asegura que Aracena se fue de la región durante aproximadamente un año, para después volver y construirse su propia casa en el sector.

Nadie sabe lo que pasó con el resto del tesoro, sin embargo, los vecinos mayores, que por esa época eran niños, recuerdan la historia que recorrió el cerro completo y que hoy vuelve a cobrar vida.

'Debió haber sido algo muy importante porque la prensa de la época lo llevó destacado durante dos días', finaliza Sepúlveda. J

Guastavino se robó la película en ceremonia

imv

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l Que la política cambia y las relaciones humanas son lo que priman ante todo es la gran conclusión que sacó el emblemático Luis Guastavino, uno de los once distinguidos por el municipio porteño, en lo que fue una de las ceremonias más simpáticas y dicharacheras de condecoración de Hijos y Ciudadanos Ilustres que haya tenido la entidad edilicia.

El ex regidor y ex diputado comunista, y ex intendente socialista, partió su discurso de agradecimiento al alcalde y los miembros del Concejo Municipal señalando que es un antiguo habitante porteño de la calle Chacabuco. Incluso dio su número de teléfono de aquella época, recalcando que en esos tiempos los números eran cortos y no como ahora con los celulares; 'como que uno se pierde', recalcó con humor. Lo divertido fue que en ese mismos instante le sonó el celular y los presentes de largaron a reír, pues Gustavino, en un gesto muy doméstico, atinó a responder: 'Hola, yo te llamo'.

Seguidamente, Guastavino destacó la labor del municipio y lo que más llamó la atención fueron sus palabras para el alcalde UDI Jorge Castro.

'¡Alcalde! Vendrá y de hecho ya tiene momentos difíciles, pero siga adelante, porque lo está haciendo bien', afirmó con su histriónica forma de orador que no ha cambiado.

Entre los homenajeados figuran cinco hijos ilustres:

Rodolfo Codina, Luis Guastavino, Archibaldo Peralta, Guillermo Mac Millan Soto y Sofía Zárate; y seis Ciudadanos Ilustres: Manuel Tobar, Ignacio Hernández, Miguel Riquelme, Patricio Álvarez, Juan Olivares y Jorge Martínez.