Me asombra ver cómo una situación que no sólo aqueja al comercio detallista y a los mismos porteños, sea tomada muy superficialmente y no se ahonde más en el asunto. ¿Por qué no se consulta al comercio establecido al respecto? ¿Qué opinión tienen los porteños al ver como sus calles se angostan cada día mas? Jamás, en los años que he vivido en esta ciudad, la había visto tan deteriorada como hoy. Si a la municipalidad actual le da lo mismo ver sus calles principales llenas de toldos como lo es la avenida Argentina el día domingo, creo que a la gran mayoría de los porteños nos desagrada. Ahora entiendo el poco control que existe al respecto. Si con un pago mensual le da derecho a algunos a utilizar las veredas, entonces los que pagan contribuciones, impuestos, salarios, sueldos, aseo, gastos comunes, patentes, etcétera tienen el mismo derecho que tienen aquellos que no le tributan al país. He leído en el diario que no todo el comercio de la calle Pedro Montt está de acuerdo con esta situación. Entonces, si el desamparo es para algunos, como lo es la excesiva fiscalización, no queda otra que hacer lo que los demás hacen impunemente. 'La batalla es desigual', como alguien dijo por ahí. Entonces, señores comerciantes, salgan a vender en las calles, los beneficios son muchos y muy poca la fiscalización. Se trabaja casi a la intemperie, pero las ganancias son todas para su bolsillo.
Mónica Bravo L.