Secciones

Por parlante médico alertó a pacientes de caos en la posta

fotos: Álvaro camacho

E-mail Compartir

'Estimados usuarios, les habla la doctora Sandra Castillo, médico jefe de turno del hospital Carlos Van Buren. Me comunico con ustedes para informar que dadas las precarias condiciones en la que nos encontramos en el servicio de urgencia, que afectan directamente la dignidad y respeto por los pacientes, el cuerpo médico ha decidido iniciar una movilización para exigir mejorías en beneficio de ustedes. No contamos con camilla para examen, todos los boxes de atención están ocupados con pacientes hospitalizados, por lo que sólo habrá atención a pacientes graves y en riesgo vital. Esperando su comprensión, buenos días'.

Esa fue la escueta comunicación que por altoparlante escucharon ayer en la mañana los sorprendidos usuarios que aguardaban ser atendidos en la sala de espera de la Unidad de Emergencia Adulto (UEA) del hospital Carlos Van Buren. Ante la situación, varios pacientes que sufrían patologías que no eran graves optaron por retornar a sus domicilios o dirigirse a otros centros de la salud pública o privada.

El pasado 23 de junio, los médicos de la UEA enviaron una carta a los doctores Luis Ponce y Pedro Durán, director y subdirector médico, respectivamente, del hospital Carlos Van Buren. En la misiva los alertaban de las precarias condiciones en que se desarrollaban su labor.

Mencionaron que a diario atienden unas 400 consultas, con un promedio de 55 pacientes hospitalizados, en un espacio físico para 18. Y si bien los médicos se muestran conscientes de que hay proyectos de mejoramiento de infraestructura a mediano y largo plazo, requieren soluciones a corto plazo, las que entregaron en un petitorio con nueve medidas básicas para mejorar la atención.

Éstas son: asignar de forma urgente un jefe médico de la unidad; completar los cargos faltantes en los turnos 4 y 2 con médicos especialistas o médicos en formación de especialidad; mejoras en infraestructura y compras de insumos básicos para la unidad (desfibriladores, monitores, insumos de cirugía, etc.); capacitación para los médicos de la unidad, incluidos médicos generales; cumplir con disposición y diseño de la unidad con un máximo de 18 pacientes hospitalizados en las salas de observación (diseñadas para nueve camillas cada una); y formación de médicos generales de la unidad mediante becas ministeriales con devolución a la unidad, entre otras medidas.

Ayer los profesionales de la salud en conflicto se reunieron con el director y el subdirector del recinto asistencial, pero como el encuentro no fue satisfactorio para sus aspiraciones, se declararon en estado de movilización indefinida desde las 10.00 horas de ayer, lo que incluye noches, feriados y fines de semana.

Los galenos adoptaron las siguientes medidas: atención sólo a pacientes categorizados como C1 y C2, dada la falta de infraestructura para atención ambulatoria de pacientes C3 y C4; visita a pacientes hospitalizados hasta las doce horas desde su hospitalización médica en la unidad; por la falta de camas para hospitalización y camillas para atención ambulatoria, no se recibirán traslados desde sapus, hospitales de San Antonio, Casablanca, Dr. Eduardo Pereira, ni clínicas privadas; y se presentarán diariamente recursos de protección en tribunales de justicia, en favor de los pacientes hospitalizados en silla.

Además los profesionales acordaron levantar a la brevedad una asociación gremial de médicos 'para velar por el cumplimiento del correcto ejercicio de la medicina, proteger los interese laborales de sus asociados, y constituir un ente representativo legitimo ante las autoridades y la sociedad'.

Sin duda que los más perjudicados con este conflicto son los pacientes, en su mayoría afectados con patologías asociadas al invierno.

'Ella sufrió una crisis asmática y es algo grave porque no puede respirar. Supuestamente no hay médicos de turno y debemos irnos al SAPU más cercano', indicó Alfredo, mientras se retiraba junto a su acompañante que no paraba de toser bajo la inclemente lluvia.

'Estoy esperando desde las 08.00 de la mañana que me atiendan, tengo una pielonefritis y estoy en tratamiento. No me lo han dado por el paro de los médicos. Es difícil porque tengo un problema serio, tengo fiebre y debo recibir la dosis de antibióticos para que no colapse mi riñón. Igual entiendo por lo que están peleando los doctores', expresó María Canquis.

'Soy alcohólica y tengo un problema a los pulmones, llevo cuatro días viniendo a la posta y quiero que me vean los médicos porque me siento mal', afirmó Ana Cristina Candia.

'Vengo de Maitencillo y en un accidente laboral sufrí un golpe en el cerebro y no me quieren atender. Los médicos se dan vueltas y no atienden a la gente. Molesta esta situación, si ellos están colapsados es por su culpa, porque están mal organizados', sostuvo Luis Bernales. J