Cuenta cuentos llegan a los hospitales de la zona
cedidas
Ricardo lleva dos días recuperándose de una operación en el hospital de Peñablanca. De repente su rostro se ilumina con la llegada de una actriz con un paraguas, quien le cuenta asombrosos y fantásticos cuentos que lo trasladan a otros mundos y por minutos lo sacan de la habitación donde permanece internado.
Se trata de un proyecto desarrollado por la Fundación Mustakis, que se está desarrollando en los Hospitales Juan Ross de Peñablanca, Dr. Möll de Cabildo y Hospital Dr. G. Fricke de Viña del Mar, inserto en las actividades del programa de Fomento Lector 'Lee, Chile, lee', que impulsa el Consejo de la Cultura de la región de Valparaíso en convenio con el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.
El programa considera 16 intervenciones de cuenta cuentos en las salas de atención abierta y cerrada de los tres Hospitales de la red, como una forma de lograr el apego y el goce de la lectura en lugares no tradicionales como son los espacios hospitalarios.
Los cuenta cuentos fueron recibidos con entusiasmo por los pacientes quienes siguieron con la imaginación cada una de las palabras que hilaban las historias.
Así también, se han habilitado puntos lectores en los tres Hospitales para que pacientes y usuarios puedan leer un libro mientras deben esperar por atención o quienes están hospitalizados.
María Paz Pizarro, es técnico en párvulos, actriz y Cuenta Cuentos, además de profesora de Cuenta Cuentos de la Fundación Mustakis en Viña del Mar y Valparaíso, quien explica: 'los pacientes entran en un mundo al que no están habituados, sobre todo acá en el Hospital. Uno los saca un poco de esta rutina de la sala y con los cuentos uno puede hacer muchas cosas: fomentar la lectura, meterlos a un mundo mágico donde existen monstruos y fantasmas que son parte de cada uno y de cada día también.'
Esta actividad: 'Me pareció muy interesante y bonita, cada persona a la que uno le cuenta es muy distinta y para eso hay que tener hartos cuentos diferentes. Hay personas que necesitan que uno las escuche también y hay que darles ese espacio. Los niños quedaron felices y eso me pone feliz para preparar la próxima visita. Vamos a estar hasta diciembre, una vez a la semana. Y la idea es compartir con cuentos de los adultos y los niños que están en la sala en una visita de una hora'. J