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Un nuevo hogar para las víctimas de violencia

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Cuando surgen casos de violencia intrafamiliar, donde las mujeres son víctimas de golpes y abusos de sus propias parejas, muchos se preguntan por qué la afectada guardó silencio, por qué no dejó antes a su marido, por qué soportó tanto... Las respuestas son variadas, pero hay una que se repite: la falta de recursos, el no tener los medios económicos para empezar de cero y hacerse cargo de los hijos.

Karla, de 25 años, debió enfrentar esa dura realidad. Vivía en San Antonio con su ex pareja pero, tras empezar a sufrir violencia intrafamiliar, decidió venirse a Valparaíso. A principios del 2012, embarazada, se internó junto a su hijo mayor en la Casa de Acogida del Sernam, donde encontró el apoyo necesario para empezar de nuevo.

Con la ayuda de los profesionales del centro comenzó a realizar distintas terapias y además participó en un taller de emprendimiento. Partió de a poco: empezó a vender queques y pan amasado, hasta que encontró trabajo en una empresa de aseo.

Pero le faltaba algo: un lugar donde vivir con sus pequeños, porque desde que llegó a Valparaíso estaba de allegada en la casa de una amiga que conoció en el mismo centro de acogida del Sernam.

Eso empezó a cambiar cuando recibió un subsidio del programa Adquisición de Vivienda Construida, gracias a un convenio entre Sernam y Serviu.

Dicha iniciativa nació el año 2008, durante el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, y tiene por objetivo otorgar acceso preferencial a este tipo de beneficios a mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar grave y que asisten a centros del Sernam.

Hasta la fecha, se han entregado más de $580 millones de pesos para este beneficio, los que han ido en ayuda de 40 mujeres y sus respectivas familias.

Nelson Basaes, director regional del Serviu, comenta que 'no es sólo una solución habitacional, no es sólo un subsidio para que las personas acogidas a este convenio puedan comprar una vivienda: es la entrega de una nueva oportunidad de vida, un renacer para aquellas mujeres que lamentablemente han sido objeto de grave violencia intrafamiliar por parte de sus ex parejas'.

Waleska Castillo, directora regional del Sernam, destaca que este subsidio se entrega a mujeres 'que requieren de nuestro apoyo para poder rehacer su vida en un ambiente libre de violencia y poder desarrollar su vida con sus hijos. A partir de esta solución habitacional pueden tener un nuevo amanecer'.

'Yo no quiero lujos, pero sí quiero un espacio donde poder estar tranquila y dormir tranquila con mis hijos', comenta Ruth, otra de las beneficiadas con este subsidio.

Otra experiencia es la de Celia quien hace un llamado a mujeres que como ellas han sufrido o sufren violencia intrafamiliar, para que se decidan y den el paso: 'A todas las mujeres les digo que se atrevan a hacer denuncias, una puede salir adelante sola y luchar por lo que quiere y qué mejor ejemplo que este que estamos viviendo ahora, es un gran paso tener la casa propia, es lo principal y el anhelo de todas las personas'.

Según explican Basaes y Castillo, el objetivo del convenio es contribuir en la lucha de condiciones de las mujeres que sufren de violencia intrafamiliar, generando una oportunidad para comenzar a vivir en un nuevo hogar, libre de abusos, fomentando al mismo tiempo su integración social en un nuevo barrio. Se inserta además en la necesidad de una Nueva Agenda de Género comprometida en el plan de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, basada en los derechos, igualdad y autonomía de las mujeres.

De esta manera, el Serviu se compromete con Sernam a gestionar un acceso preferencial a la postulación del programa de subsidio habitacional Fondo Solidario de Elección de Vivienda, en su modalidad Adquisición de Vivienda Construida, para las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar grave que asisten, mantienen tratamiento y son debidamente evaluadas por los Centros de la Mujer del Sernam.

Para la materialización de este compromiso, el Serviu eleva al ministro de Vivienda y Urbanismo la solicitud de Asignación Directa de un subsidio de hasta 580 UF.

Las mujeres que lo quieran obtener deberán presentar una serie de antecedentes, tales como acreditación de condición de víctima de violencia intrafamiliar otorgada por el Sernam, acreditación de residencia en casas de acogida del Sernam, ahorro mínimo estipulado (10 UF) y acreditación de atención especializada en un Centro de la Mujer.

La postulante será eximida del requisito de puntaje en la Ficha de Protección Social.

Actualmente en la V Región funcionan dos casas de acogida del Sernam. Una se encuentra en la provincia de Valparaíso y la otra en la provincia de San Felipe. Hasta ahí son trasladadas las mujeres que inician procesos judiciales en contra de sus parejas agresoras y es la Fiscalía la que determina su ingreso luego de una evaluación de riesgo de cada una de ellas. La idea es resguardarlas ante la posibilidad de una agresión más grave que pueda ser fatal.

Cuando llegan ahí -pueden vivir con sus hijos menores- inician un proceso largo de al menos seis meses. Durante su estadía se intenta vincularlas nuevamente a sus redes sociales y familiares, ya que en su mayoría quedan aisladas debido a los episodios de violencia.

Como parte de la atención que reciben en estos centros, se busca además que sus hijos retomen sus estudios -si es que se han visto obligados a dejar el colegio- y son capacitadas para conseguir un trabajo.

Si bien cada historia es distinta, y a pesar de las denuncias, juicios y situaciones extremas, muchas mujeres deciden volver con sus parejas, hay casos que se resuelven bien y pueden reinsertarse, generalmente recomponen sus vidas.

De acuerdo a información entregada por el Sernam, el compromiso de este gobierno es aumentar el número de casas de acogida en la región. Se implementará una en Quillota, otra en Quilpué y una tercera en San Antonio. De esta maneras los cupos llegarían a 50 (hoy son 20). J