Caso secta de Colliguay entra a su recta final
agencia uno
l El Tribunal de Garantía de Quilpué resolvió acoger las solicitudes de la defensa de Pablo Undurraga y Carolina Vargas, dos de los imputados por el crimen de un lactante en Colliguay, ocurrido en noviembre de 2012, y modificó las medidas cautelares que regían para ambos.
Respecto de Undurraga, considerado mano derecha del líder de la secta, Ramón Castillo (Antares de la Luz), quedó con arresto domiciliario nocturno, sustituyendo de esta manera la cautelar que mantenía hasta ahora y que consistía en el arresto domiciliario total. Undurraga está formalizado como autor de homicidio calificado.
Carolina Vargas, en tanto, formalizada como cómplice y madre del lactante sacrificado, deberá concurrir una vez al mes para firmar en la Fiscalía, cautelar que ya venía cumpliendo, pero con una frecuencia de una vez por semana. Ambos mantienen el arraigo nacional.
Consultado respecto de los plazos y el eventual cierre de la investigación, el fiscal del caso, Juan Emilio Gatica, manifestó que la causa se encuentra ad portas de su cierre.
'De aquí a un par de semanas debiera estar concluido, porque están a la espera de los últimos informes que se habían solicitado, que tienen que estar evacuándose en estos días', reconoció el persecutor.
Los escenarios posibles para los siete coimputados por el macabro sacrificio de un recién nacido son el juicio o el requerimiento de una medida de seguridad respecto de Natalia Guerra y Pablo Undurraga.
'Respecto de los demás se está viendo la posibilidad de terminar por juicio abreviado (...) Hay conversaciones bastante avanzadas (con las defensas), estamos afinando los detalles', precisó Gatica.
El fiscal de la causa explicó que el requerimiento de medida de seguridad es, técnicamente, un juicio oral, pero con reglas especiales.
'El requerimiento de medida de seguridad es respecto de aquellas personas que no pueden responder penalmente por estar exentas de responsabilidad, ya sea por locura o demencia, pero además se les considera que pueden constituir un peligro para sí mismos o para terceros', acotó Gatica. J