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Valparaíso y Viña entre los 'top 10' del acoso callejero

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Hace menos de un año, el acoso callejero a las mujeres comenzó a ser un tema de interés. Antes, si una chica decía que no le gustaban los piropos o que se sentía pasada a llevar cuando un hombre la miraba en forma descarada a plena luz del día, corría el riesgo de ser tildada de exagerada, incluso loca. ¿Cómo a alguien podía no gustarle que alabaran su belleza con total espontaneidad?

Pero hoy ya no es tan así. Gracias al trabajo del Observatorio Contra el Acoso Callejero (Ocac), se ha puesto como desafío que estas prácticas sean reconocidas como una forma de violencia de género.

'Ocac Chile plantea la necesidad de tipificar el acoso callejero como forma de violencia de género y delito, de modo de abordar el problema con responsabilidad y seriedad, incrementando así el compromiso de Chile en contra de la desigualdad de género', señalan en la Primera Encuesta de Acoso Callejero en Chile, que la entidad realizó entre el 18 y el 28 de febrero pasados y cuyos resultados se publican en esta nota.

Para Ocac, el acoso callejero abarca diversas prácticas que tienen que ver con connotación sexual directa e indirecta de parte de un completo desconocido hacia una persona que no desea este tipo de acción y debe someterse a vivirla de todos modos en plena vía o espacios públicos.

El acoso pueden ser silbidos o ruidos (besos, jadeos), piropos suaves (no tienen connotación sexual directa), piropos agresivos (connotación sexual explícita), acercamientos intimidantes (tocar cintura, manos), miradas lascivas, agarrones, presión de genitales sobre el cuerpo, exhibicionismo, entre otros.

La encuesta tuvo resultados llamativos y preocupantes. Por ejemplo, el promedio de edad en que las encuestados comenzaron a sufrir acoso en las calles es de 14 años, partiendo desde los 9 a 10 años y aproximadamente hasta los 20, lo cual demuestra que las mujeres comienzan a sufrir acoso callejero cuando se empiezan a desarrollar físicamente.

Según las encuestadas, el acoso más común son los silbidos; otros sonidos como besos, jadeos, bocinazos; y las miradas lascivas. Un 90% dice haber sufrido estas formas de acoso callejero.

Además, un 72% aseguró haber sido víctima de piropos agresivos (con alusiones al cuerpo y al acto sexual) y un 60,1% señaló haber sufrido acercamientos intimidantes (les tocaron la cintura o les hablaron al oído).

Otros datos importantes son que el 38,3% dice haber sufrido agarrones en sus senos, vulva o trasero, y un 27,9% revela que fue víctima de exhibicionismo o masturbación.

Asimismo, en esta encuesta se establecer que las mujeres sufren acoso callejero con frecuencia. Un 25,1% dice que varias veces al día y un 25,8% dos a tres veces por semana.

Normalmente, y según lo que revela esta encuesta, la mayor parte de las veces las mujeres no responden a estos acosos y sólo un 29% asegura que increpa verbalmente al acosador, mientras que un 36% señala sentirse intimidada.

La encuesta de Ocac también se refiere a experiencias traumáticas de acoso callejero. Un 71% de los encuestados señala haber sufrido una experiencia de esta índole. Y un 35,4% especifica que esto se traduce en agarrones en senos, vulva, pene o trasero.

Y en un mayor número estas experiencias traumáticas se dieron en plena calle y en el transporte público.

El estudio además determinó cuáles eran las diez comunas con mayor nivel de acoso callejero traumático en el país. En primer lugar está Santiago, luego viene Ñuñoa y en tercer lugar está Providencia. En el noveno aparece Valparaíso y en el décimo Viña del Mar.

En el caso del Puerto, lo más habitual son los agarrones y el exhibicionismo, mientras que en Viña del Mar, los agarrones y la persecución.

Al respecto, la actriz viñamarina, Francisca Imboden comenta que, más que sancionar el acoso callejero, ella es partidaria de mejorar la educación.

'Creo que es un tema súper complejo que tiene que ver más con un tema que se intenta resolver hoy en día y es la educación. Claramente no puede ser que porque tú creas que una niña que va pasando es linda, tú tengas la posibilidad remota de agarrarle el poto y lo hagas. Eso lo encuentro impresionante. Ahí hay un problema de base, entre crianza y educación. Por eso creo que es muy difícil legislar al respecto', dice.

La concejala de la ciudad jardín, Macarena Urenda, se mostró extrañada con los resultados de la encuesta. 'Yo no me lo hubiera esperado, porque Viña, en general, lidera las encuestas de seguridad ciudadana. Tal vez sea porque es una ciudad turística y en verano aumenta su población flotante'.

En todo caso, Urenda planteó que 'este tipo de conductas se deben sancionar, sobre todo cuando son conductas que pasan al acoso físico'. J