Como nunca, la noche del viernes en la calle Uno, del cerro Las Cañas, se hallaba en completo silencio. Por esas cosas del destino, a escasos metros de distancia, se desarrollaban los velatorios de dos vecinos del barrio, así es que, por respeto a los deudos, no había bulla ni música.

Por eso llamó la atención que la paz se quebrara pasadas la una de la madrugada, con un fuerte estruendo que despertó a todo el barrio.

Cuando los vecinos fueron a ver qué pasaba, la sorpresa fue mayor al darse cuenta de que un automóvil particular gris se había incrustado en el interior de una vivienda de emergencia, perteneciente a uno de los damnificados del mega incendio de abril.

La incredulidad se fue transformando en indignación al comprobar que, sentado al volante, se hallaba semi inconsciente un hombre vestido con el uniforme de Carabineros. No estaba sin sus sentidos a causa del golpe, sino que... en evidente estado de ebriedad.

Los vecinos lo reconocieron de inmediato como el suboficial que fue jefe del retén Las Cañas, el mismo que les había cooperado en la tragedia del 12 y 13 de abril. De acompañante iba un civil, un mecánico del barrio que estaba en similares condiciones etílicas.

Los residentes del sector, impactados por la situación, comenzaron a recriminar a los implicados y descubrieron que al interior del móvil había botellas de cerveza y ron. Incluso hubo intentos de linchamiento.

'Dormíamos con mi señora y nos despertó el estruendo. El auto se detuvo a los pies de nuestra cama. Quedó destruido todo y mi señora quedó herida luego que le cayera el clóset en la cabeza', cuenta Roberto Rojas, dueño de la casa siniestrada. Él es damnificado del mega incendio y trabaja con su mujer en una viña en Casablanca. Agradece al Creador que sus tres hijos, de 6, 12 y 13 años, no estaban en la casa al momento del choque; de lo contrario, hubiesen resultado lesionados o algo peor.

El matrimonio se impresionó al ver que, detrás del volante, se hallaba un carabinero, con claros signos de estar borracho. 'De lo curado que estaban no podían hablar ni menos bajarse del auto. Llegaron otros carabineros y lo metieron en la patrulla y se lo llevaron. En el auto había ron y cerveza que otros carabineros trataron de esconder', relató el afectado, quien denunció otra situación irregular.

'Aparecieron otros carabineros civil que estaban ebrios, andaban en el mismo carrete que fue en el retén. Me ofrecieron dinero y arreglarme la casa en una semana... que me quedara callado y denunciara, porque iba a perjudicar a su compañero. Trataron de sobornarme pero me negué', señaló.

A causa del impacto, se destruyó el frontis e interior de la mediagua donde estaba un dormitorio y el comedor, con sus respectivos muebles y enseres, que habían comprado con el bono de un millón de pesos otorgado por el Gobierno a los damnificados.

Roberto Rojas señaló que el vehículo del uniformado fue sacado por patrullas policiales y, horas después del siniestro, en la mañana, arribó personal del retén a adoptar el procedimiento y a recoger sus datos para cursar la denuncia por daños al juzgado de policía local.

'Molesta que ni siquiera se preocuparan de la salud de nosotros y que trataran de comprar nuestro silencio. No hubo una disculpa y muchas irregularidades. Se supone que todos somos iguales ante la ley', dijo.

El afectado recibió la visita de la municipalidad y del programa de reconstrucción, para levantar otra mediagua a corto plazo. Mientras, irá con su familia a una residencial. Roberto Rojas anunció acciones legales contra el responsable.

El mayor Héctor Sandoval, jefe de la Tercera Comisaría Norte de Barón, entregó la versión de Carabineros. Identificaron al protagonista del accidente como Mario Monsalve, recientemente ascendido a suboficial mayor, con 28 años en la institución, quien tiempo atrás estuvo a cargos de los retenes Placilla y Las Cañas. En este último trabajaba actualmente.

Respecto de lo sucedido, el mayor Sandoval informó que el uniformado había participado de una actividad particular, celebrando su ascenso. Negó que la fiesta se haya realizado en el retén.

'Él manifiesta que en una curva se le atravesó un perro y por esquivarlo se fue contra la casa, la que resultó con daños y generó lesiones a los ocupantes. Dimos cuenta al tribunal de lo sucedido, así como de la inconducta del suboficial mayor. En lo administrativo, ha sido desvinculado de la institución por la gravedad del hecho', precisó el oficial. Ratificó que el ahora ex funcionario rechazó practicarse el alcotest, pero fue llevado al hospital para la realización de la alcoholemia con un examen de sangre. Como no se ha determinado el grado de alcohol que tenía en su cuerpo, el fiscal determinó su libertad y quedó a la espera de ser citado a declarar al Ministerio Público.

Respecto de la imputación de intento de soborno de los afectados, el mayor Sandoval aseguró que no hay antecedentes en la unidad policial e instó a los afectados a acercarse al retén Las Cañas a entregar sus declaraciones. En todo caso, hay un sumario administrativo para esclarecer los hechos.

Como nunca, la noche del viernes en la calle Uno, del cerro Las Cañas, se hallaba en completo silencio. Por esas cosas del destino, a escasos metros de distancia, se desarrollaban los velatorios de dos vecinos del barrio, así es que, por respeto a los deudos, no había bulla ni música.

Por eso llamó la atención que la paz se quebrara pasadas la una de la madrugada, con un fuerte estruendo que despertó a todo el barrio.

Cuando los vecinos fueron a ver qué pasaba, la sorpresa fue mayor al darse cuenta de que un automóvil particular gris se había incrustado en el interior de una vivienda de emergencia, perteneciente a uno de los damnificados del mega incendio de abril.

La incredulidad se fue transformando en indignación al comprobar que, sentado al volante, se hallaba semi inconsciente un hombre vestido con el uniforme de Carabineros. No estaba sin sus sentidos a causa del golpe, sino que... en evidente estado de ebriedad.

Los vecinos lo reconocieron de inmediato como el suboficial que fue jefe del retén Las Cañas, el mismo que les había cooperado en la tragedia del 12 y 13 de abril. De acompañante iba un civil, un mecánico del barrio que estaba en similares condiciones etílicas.

Los residentes del sector, impactados por la situación, comenzaron a recriminar a los implicados y descubrieron que al interior del móvil había botellas de cerveza y ron. Incluso hubo intentos de linchamiento.

'Dormíamos con mi señora y nos despertó el estruendo. El auto se detuvo a los pies de nuestra cama. Quedó destruido todo y mi señora quedó herida luego que le cayera el clóset en la cabeza', cuenta Roberto Rojas, dueño de la casa siniestrada. Él es damnificado del mega incendio y trabaja con su mujer en una viña en Casablanca. Agradece al Creador que sus tres hijos, de 6, 12 y 13 años, no estaban en la casa al momento del choque; de lo contrario, hubiesen resultado lesionados o algo peor.

El matrimonio se impresionó al ver que, detrás del volante, se hallaba un carabinero, con claros signos de estar borracho. 'De lo curado que estaban no podían hablar ni menos bajarse del auto. Llegaron otros carabineros y lo metieron en la patrulla y se lo llevaron. En el auto había ron y cerveza que otros carabineros trataron de esconder', relató el afectado, quien denunció otra situación irregular.

'Aparecieron otros carabineros civil que estaban ebrios, andaban en el mismo carrete que fue en el retén. Me ofrecieron dinero y arreglarme la casa en una semana... que me quedara callado y denunciara, porque iba a perjudicar a su compañero. Trataron de sobornarme pero me negué', señaló.

A causa del impacto, se destruyó el frontis e interior de la mediagua donde estaba un dormitorio y el comedor, con sus respectivos muebles y enseres, que habían comprado con el bono de un millón de pesos otorgado por el Gobierno a los damnificados.

Roberto Rojas señaló que el vehículo del uniformado fue sacado por patrullas policiales y, horas después del siniestro, en la mañana, arribó personal del retén a adoptar el procedimiento y a recoger sus datos para cursar la denuncia por daños al juzgado de policía local.

'Molesta que ni siquiera se preocuparan de la salud de nosotros y que trataran de comprar nuestro silencio. No hubo una disculpa y muchas irregularidades. Se supone que todos somos iguales ante la ley', dijo.

El afectado recibió la visita de la municipalidad y del programa de reconstrucción, para levantar otra mediagua a corto plazo. Mientras, irá con su familia a una residencial. Roberto Rojas anunció acciones legales contra el responsable.

El mayor Héctor Sandoval, jefe de la Tercera Comisaría Norte de Barón, entregó la versión de Carabineros. Identificaron al protagonista del accidente como Mario Monsalve, recientemente ascendido a suboficial mayor, con 28 años en la institución, quien tiempo atrás estuvo a cargos de los retenes Placilla y Las Cañas. En este último trabajaba actualmente.

Respecto de lo sucedido, el mayor Sandoval informó que el uniformado había participado de una actividad particular, celebrando su ascenso. Negó que la fiesta se haya realizado en el retén.

'Él manifiesta que en una curva se le atravesó un perro y por esquivarlo se fue contra la casa, la que resultó con daños y generó lesiones a los ocupantes. Dimos cuenta al tribunal de lo sucedido, así como de la inconducta del suboficial mayor. En lo administrativo, ha sido desvinculado de la institución por la gravedad del hecho', precisó el oficial. Ratificó que el ahora ex funcionario rechazó practicarse el alcotest, pero fue llevado al hospital para la realización de la alcoholemia con un examen de sangre. Como no se ha determinado el grado de alcohol que tenía en su cuerpo, el fiscal determinó su libertad y quedó a la espera de ser citado a declarar al Ministerio Público.

Respecto de la imputación de intento de soborno de los afectados, el mayor Sandoval aseguró que no hay antecedentes en la unidad policial e instó a los afectados a acercarse al retén Las Cañas a entregar sus declaraciones. En todo caso, hay un sumario administrativo para esclarecer los hechos.