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Esperando a Pascale

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El 8 de noviembre de 2011, Pascale Solange Alvarado se dirigía, como todos los días, a la empresa donde se encontraba realizando su práctica profesional, en Puchuncaví. En esa comuna, Pascale, de 17 años, alumna de cuarto medio, vivía junto a sus padres y su hermana menor.

Un último llamado telefónico antes de que, aparentemente, desconocidos le robaran su teléfono celular, alertó a sus padres ese día. Luego de eso, vinieron el silencio y la ausencia permanente.

Nunca más se volvió a saber de Pascale.

El caso de la joven estudiante de Puchuncaví es uno de los pocos casos, aunque tal vez el más emblemático, de denuncias por presunta desgracia que en la actualidad investiga la Policía de Investigaciones en la Región de Valparaíso.

Aunque aclara que es la Brigada Investigadora del Crimen (Bicrim) de Quintero la que lidera las pesquisas en torno al caso, el jefe de la Brigada de Homicidios de Valparaíso, subprefecto José Ortiz, explica que, si bien no se conocen públicamente, en forma permanente se están realizando pesquisas que apuntan a lograr establecer el paradero de la joven.

Lo mismo, asegura, ocurre con otros casos de menor exposición pública.

'Esa investigación está radicada actualmente en la Bicrim de Quintero, pero en el momento en que se inició la investigación y al poco transitar de la misma, entiendo que se constituyó un equipo multidisciplinario de manera de poder abarcar en todos los planos en forma más específica y especializada las hipótesis', precisa el jefe policial.

Ortiz enfatiza que la brigada sigue efectuando pesquisas que permitan ir avanzando en las investigaciones por presuntas desgracias. 'Nunca se da por cerrado un caso hasta esclarecerlo (...) En la actualidad tenemos dos casos pendientes en la región: un hombre que permanece desaparecido desde el incendio de Rodelillo el 2013, Jaime Antonio Díaz Navia, de 38 años; y Manuel Jesús Sánchez Torres, de 44', precisa el jefe policial.

En términos estadísticos, entre enero y diciembre del año 2013 se recibieron 70 órdenes de investigar por presuntas desgracias, de las cuales el 100% tuvieron resultado positivo.

'En ese caso, las 70 órdenes fueron devueltas porque la persona apareció después de que se hizo la denuncia en su favor', señala Ortiz.

Durante el presente año y hasta junio, la BH ha recibido 62 órdenes de investigar por presuntas desgracias, de las cuales la totalidad ha sido esclarecida.

Ni un sólo día desde aquel 8 de noviembre de 2011 Jeanette Soto ha perdido la fe. La mujer reconoce que la incertidumbre es el pan de cada día y que aún esperan que un día alguien llame a la puerta y les diga que Pascale, su hija, está con vida. O incluso que la misma joven regrese al hogar.

'No he perdido la fe, todavía seguimos dando la pelea, de una u otra forma la seguimos buscando, pero por nuestra cuenta, en silencio, sin las policías y sin prensa. Cuando tengamos algo concreto recién entonces lo vamos a decir, porque de lo contrario, nos toman por locos', dice la mujer.

Jeanette Soto se muestra disconforme con la justicia, en particular con el Ministerio Público, pues reconoce que como familia tienen la percepción de que el fiscal al que fue asignada la investigación de la desaparición de Pascale sólo está esperando que transcurra el período legal para poder archivar la causa.

'Como en tantos otros casos de este tipo, sentimos que la causa está estancada, porque hasta ahora no se ha hecho nada más porque no existen nuevos antecedentes ni tampoco nuevas pruebas. El fiscal no ha reabierto el caso y creo que está esperando que pasen los cinco años para decretar el cierre definitivo. Siempre lo he temido porque mi hija no cumplía un año desaparecida y el fiscal ya quería archivar el caso', recuerda Jeanette.

Si bien no critica el actuar de la PDI, pues reconoce que en su momento se efectuaron diligencias, Jeanette insiste en que los detectives tampoco pueden hacer más si no reciben una orden de investigar por parte del Ministerio Público.

La familia de Pascale no sabe qué pensar. No sabe si la joven fue secuestrada, si la asesinaron, si salió del país. Nada.

Cada cierto tiempo, Jeanette va al Registro Civil para saber si ha existido algún movimiento que pueda dar indicios de que Pascale pueda estar con vida.

'Pascale a esta fecha tiene 20 años. Voy cada cierto tiempo al Registro Civil para saber si ha renovado su carné, pero nada, es el mismo que sacó cuando tenía 14 años', describe Jeanette.

La madre de Pascale admite que su refugio ha sido su trabajo -desempeña labores como asesora del hogar- y que desde la desaparición de su hija se ha vuelto aprensiva y desconfiada.

'La hermana de Pascale tiene ahora 17 años y ese es el temor que uno tiene, porque es la misma edad que tenía la Pascale cuando desapareció, entonces da un poco de temor cuando sale (...) Soy muy aprensiva con la menor de mis hijas y a veces peleamos', admite Jeanette.

Las denuncias por presunta desgracia pueden interponerse en cualquier unidad policial, sean éstas de la Policía de Investigaciones o de Carabineros. Incluso pueden estamparse en la Fiscalía.

De acuerdo a lo señalado por el jefe de la BH, una vez que en la PDI se recibe una denuncia, los protocolos se activan de inmediato, incluso antes de terminar de tomar la declaración al denunciante.

'El encargo se hace de inmediato a nivel nacional, se ingresa en los sistemas computacionales nuestros de modo que cualquier carro policial que consulte a esa persona le arroje que está siendo denunciado como perdido', precisa Ortiz.

El jefe policial añade que existen protocolos establecidos y que están regularizados por norma institucional.

'Son protocolos que se han ido perfeccionando en el tiempo, pues las técnicas se van mejorando de acuerdo a las experiencias que hemos ido teniendo', acota el oficial.

El jefe de la BH reconoce que el mayor número de denuncias por presuntas desgracia corresponde a adolescentes -mujeres y hombres- que abandonan sus casas o simplemente salen y, por temor a un reto, no regresan.

Ortiz añade que también las denuncias respecto de adultos mayores suelen ser más habituales.

En la actualidad y dada la masividad de los smarthphones y el uso de las redes sociales, la PDI incluye dentro sus pesquisas, el uso y la revisión de las redes sociales como parte de las diligencias que se efectúan en torno a estas diligencias.

'Son enormemente relevantes en este tipo de investigaciones porque se trata de una fuente de información abierta', acota Ortiz. J

Esperando a Pascale

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El 8 de noviembre de 2011, Pascale Solange Alvarado se dirigía, como todos los días, a la empresa donde se encontraba realizando su práctica profesional, en Puchuncaví. En esa comuna, Pascale, de 17 años, alumna de cuarto medio, vivía junto a sus padres y su hermana menor.

Un último llamado telefónico antes de que, aparentemente, desconocidos le robaran su teléfono celular, alertó a sus padres ese día. Luego de eso, vinieron el silencio y la ausencia permanente.

Nunca más se volvió a saber de Pascale.

El caso de la joven estudiante de Puchuncaví es uno de los pocos casos, aunque tal vez el más emblemático, de denuncias por presunta desgracia que en la actualidad investiga la Policía de Investigaciones en la Región de Valparaíso.

Aunque aclara que es la Brigada Investigadora del Crimen (Bicrim) de Quintero la que lidera las pesquisas en torno al caso, el jefe de la Brigada de Homicidios de Valparaíso, subprefecto José Ortiz, explica que, si bien no se conocen públicamente, en forma permanente se están realizando pesquisas que apuntan a lograr establecer el paradero de la joven.

Lo mismo, asegura, ocurre con otros casos de menor exposición pública.

'Esa investigación está radicada actualmente en la Bicrim de Quintero, pero en el momento en que se inició la investigación y al poco transitar de la misma, entiendo que se constituyó un equipo multidisciplinario de manera de poder abarcar en todos los planos en forma más específica y especializada las hipótesis', precisa el jefe policial.

Ortiz enfatiza que la brigada sigue efectuando pesquisas que permitan ir avanzando en las investigaciones por presuntas desgracias. 'Nunca se da por cerrado un caso hasta esclarecerlo (...) En la actualidad tenemos dos casos pendientes en la región: un hombre que permanece desaparecido desde el incendio de Rodelillo el 2013, Jaime Antonio Díaz Navia, de 38 años; y Manuel Jesús Sánchez Torres, de 44', precisa el jefe policial.

En términos estadísticos, entre enero y diciembre del año 2013 se recibieron 70 órdenes de investigar por presuntas desgracias, de las cuales el 100% tuvieron resultado positivo.

'En ese caso, las 70 órdenes fueron devueltas porque la persona apareció después de que se hizo la denuncia en su favor', señala Ortiz.

Durante el presente año y hasta junio, la BH ha recibido 62 órdenes de investigar por presuntas desgracias, de las cuales la totalidad ha sido esclarecida.

Ni un sólo día desde aquel 8 de noviembre de 2011 Jeanette Soto ha perdido la fe. La mujer reconoce que la incertidumbre es el pan de cada día y que aún esperan que un día alguien llame a la puerta y les diga que Pascale, su hija, está con vida. O incluso que la misma joven regrese al hogar.

'No he perdido la fe, todavía seguimos dando la pelea, de una u otra forma la seguimos buscando, pero por nuestra cuenta, en silencio, sin las policías y sin prensa. Cuando tengamos algo concreto recién entonces lo vamos a decir, porque de lo contrario, nos toman por locos', dice la mujer.

Jeanette Soto se muestra disconforme con la justicia, en particular con el Ministerio Público, pues reconoce que como familia tienen la percepción de que el fiscal al que fue asignada la investigación de la desaparición de Pascale sólo está esperando que transcurra el período legal para poder archivar la causa.

'Como en tantos otros casos de este tipo, sentimos que la causa está estancada, porque hasta ahora no se ha hecho nada más porque no existen nuevos antecedentes ni tampoco nuevas pruebas. El fiscal no ha reabierto el caso y creo que está esperando que pasen los cinco años para decretar el cierre definitivo. Siempre lo he temido porque mi hija no cumplía un año desaparecida y el fiscal ya quería archivar el caso', recuerda Jeanette.

Si bien no critica el actuar de la PDI, pues reconoce que en su momento se efectuaron diligencias, Jeanette insiste en que los detectives tampoco pueden hacer más si no reciben una orden de investigar por parte del Ministerio Público.

La familia de Pascale no sabe qué pensar. No sabe si la joven fue secuestrada, si la asesinaron, si salió del país. Nada.

Cada cierto tiempo, Jeanette va al Registro Civil para saber si ha existido algún movimiento que pueda dar indicios de que Pascale pueda estar con vida.

'Pascale a esta fecha tiene 20 años. Voy cada cierto tiempo al Registro Civil para saber si ha renovado su carné, pero nada, es el mismo que sacó cuando tenía 14 años', describe Jeanette.

La madre de Pascale admite que su refugio ha sido su trabajo -desempeña labores como asesora del hogar- y que desde la desaparición de su hija se ha vuelto aprensiva y desconfiada.

'La hermana de Pascale tiene ahora 17 años y ese es el temor que uno tiene, porque es la misma edad que tenía la Pascale cuando desapareció, entonces da un poco de temor cuando sale (...) Soy muy aprensiva con la menor de mis hijas y a veces peleamos', admite Jeanette.

Las denuncias por presunta desgracia pueden interponerse en cualquier unidad policial, sean éstas de la Policía de Investigaciones o de Carabineros. Incluso pueden estamparse en la Fiscalía.

De acuerdo a lo señalado por el jefe de la BH, una vez que en la PDI se recibe una denuncia, los protocolos se activan de inmediato, incluso antes de terminar de tomar la declaración al denunciante.

'El encargo se hace de inmediato a nivel nacional, se ingresa en los sistemas computacionales nuestros de modo que cualquier carro policial que consulte a esa persona le arroje que está siendo denunciado como perdido', precisa Ortiz.

El jefe policial añade que existen protocolos establecidos y que están regularizados por norma institucional.

'Son protocolos que se han ido perfeccionando en el tiempo, pues las técnicas se van mejorando de acuerdo a las experiencias que hemos ido teniendo', acota el oficial.

El jefe de la BH reconoce que el mayor número de denuncias por presuntas desgracia corresponde a adolescentes -mujeres y hombres- que abandonan sus casas o simplemente salen y, por temor a un reto, no regresan.

Ortiz añade que también las denuncias respecto de adultos mayores suelen ser más habituales.

En la actualidad y dada la masividad de los smarthphones y el uso de las redes sociales, la PDI incluye dentro sus pesquisas, el uso y la revisión de las redes sociales como parte de las diligencias que se efectúan en torno a estas diligencias.

'Son enormemente relevantes en este tipo de investigaciones porque se trata de una fuente de información abierta', acota Ortiz. J