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Así operan las bandas de mecheros porteños

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Guardias arrancan por los pasillos, perseguidos por un tipo provisto de un largo madero. Mujeres rodeadas de niños sacan productos de las estanterías y los ocultan entre sus ropas para llevarlos sin pagar. Antisociales golpean a un encargado de la seguridad. Esas son algunas de las impactantes imágenes que a diario graban las cámaras de seguridad de los supermercados, donde se evidencia la forma en que operan estas bandas de delincuentes, conocidos popularmente como 'mecheros'.

La Estrella tuvo acceso a material exclusivo que devela la manera en que 'trabajan' estos antisociales, quienes provocan millonarias pérdidas al comercio mayorista establecido.

'Z', como se le conoce a un encargado de vigilancia de un supermercado porteño, con 14 años de experiencia en el mundo del retail y los supermercados, conoce de cerca las prácticas de estas bandas de mecheros. Incluso ha llegado a la justicia tras ser amenazado y agredido por estos ladrones cuando se hallaba fuera de su jornada laboral.

Las técnicas de los mecheros, relata 'Z', se van actualizando. La más común es la imagen de un hombre o mujer escondiendo especies entre su ropa, pero claramente no es la única.

'Ahora ellos lo toman como una profesión y son bandas organizadas, en su mayoría son familiares, amigos y conocidos del barrio', explica el experto.

En su establecimiento, ubicado en pleno centro de la ciudad patrimonial, han identificado al menos a seis grupos que operan en el plan, dedicándose al denominado 'robo hormiga'. Las más antiguas son la banda de 'La Porteña', que se disfraza con pelucas al ser tan conocida por los guardias; y la pandilla de 'La Cara de Hombre', cuyo radio de acción es Uruguay.

Pero las tres principales hoy por hoy son las bandas de 'El Cuervo', de las hermanas Castro Peña y de 'El Guatón Villagra y la Tonka'. Una buena parte de ellos registra domicilio en la parte alta de Playa Ancha y otros cerros porteños.

La banda la liderada por 'El Cuervo' está compuesta por tres hombres y cinco mujeres, los que ingresan en masa al supermercado por el acceso principal, para luego dividirse entre los pasillos. Portan bolsas de nylon, de feria o las denominadas 'matuteras', las llenan de productos, para luego salir sin pagar por la zona de cajas o el acceso principal. Algunas mujeres guardan las cosas en el sector de la espalda ya que, al verse sorprendidas, se descubren el abdomen para demostrar que están limpias.

Otra banda es la de un ex guardia de seguridad apodado 'El Guatón Villagra' y su pareja 'La Tonka', mujer con nutrido prontuario como mechera. Son unas nueve personas, entre adultos y menores. Los adolescentes son conocidos como 'Los Remolachas' por los guardias.

'El Guatón Villagra se coloca afuera del local y dirige a los que ingresan a robar. Cuando van a salir con los productos, él se acerca al hall a empujar a los guardias antes de que detengan a los mecheros, cuando arrancan con los bolsos matuteros. No podemos agarrarlos en la calle', dice el encargado.

Villagra es un tipo violento, que a veces circula armado. En el caso de su pareja, 'La Tonka', en las imágenes se le aprecia en los pasillos manipulando un carro o canastos en uno de los pasillos. Se abastece de productos que después entrega a un menor que los guarda en una mochila y se va sin pagar. Ella se retira sin especies para no despertar sospechas entre los vigilantes, que conocen de su oficio.

Una de las pandillas más peligrosas es la de 'as hermanas 'Castro Peña'. Su ruta es en todo el plan, desde los supermercados de avenida Brasil hasta los de avenida Argentina. Sus integrantes son en su mayoría menores de entre 14 y 16 años.

'Entran todos a la vez, son cerca de 17 personas. Roban leche, café, artículos de aseo, pastas dentales, biosal y dulces. Se los esconden en fajas o entre las ropas, sacan mochilas, bolsas orgánicas, de feria o matuteros', cuenta 'Z'.

Llama la atención en las imágenes que los mecheros se rodean de sus familiares, inclusive niños de entre 5 y 8 años, que son testigos de los ilícitos.

Cuando aparecen en el supermercado, ante la superioridad numérica, los guardias optan por apretar un botón de pánico y cerrar las puertas, ante la mirada de los asustados clientes. Los antisociales reaccionan en forma agresiva.

En la última incursión de las 'Castro Peña', los antisociales, al verse acorralados, rompieron los ventanales del supermercado con grandes piedras y golpearon a los guardias con bastones retráctiles.

Respecto de los días y horarios predilectos para la ocurrencia de los delitos, éstos principalmente acontecen los fines de semana, inclusive los domingos en la mañana, y en especial para las quincenas y fines de mes, cuando la gente esta recién pagada y acude en familia comprar.

Las aglomeraciones son ideales para sus oscuros propósitos. Las horas favoritas para delinquir son entre las 18.00 y 20.00 horas. Los días de lluvia parecen ahuyentarlos y no aparecen por los locales.

Por lo general, las bandas recurren a 'palos blancos', personas que se cargan productos en forma evidente, para que sean seguidos por los guardias, mientras en otros pasillos sus cómplices guardan especies y atraviesan las cajas sin pagar.

El 'palo blanco' suele ser menores de edad. Esconden las cosas antes de cancelar en las cajas, concentrando la atención de las cámaras, mientras sus cómplices hacen de las suyas en pasillos aledaños.

Cuando son detectados, habitualmente recurren a la teatralidad para buscar solidaridad de los clientes, que desafortunadamente en varias ocasiones los apoyan.

'La mayoría de las mujeres grita que está embarazada cuando no es verdad, o se lanzan al suelo con escándalo antes de ser llevados a la sala de procedimiento. Tratan de romper las cámaras de seguridad, forcejean con el personal, se hacen heridas y en ocasiones es el guardia el que resulta detenido, siendo que los mecheros son los violentos', revela 'Z'.

Los productos más apetecidos por los mecheros son mantequilla, leche, café, artículos de perfumería, endulzantes, biosal y cajas de dulces, entre otras especies fáciles de reducir. Las entregan a los ambulantes que se instalan afuera de los mismos supermercados, en la feria de avenida Argentina o en ejes transversales como Bellavista o Uruguay. Esta última calle es un verdadero centro de acopio de especies robadas. Algunas familias las comercializan entre sus vecinos en los cerros.

El especialista reconoce que hay una buena coordinación con la policía, pero por la puerta giratoria de la justicia salen pronto en libertad. Días atrás hubo una reunión en la Prefectura de Carabineros de Valparaíso, donde acudieron encargados de seguridad y administradores del retail y supermercados para analizar los procedimientos de hurtos, robos y daños. Una medida nueva es la instalación de una caseta policial avenida Uruguay.

'El robo hormiga preocupa, porque ha venido en aumento con los años. Antes era la parejita de mecheros pero ahora son bandas donde entre un 60 a 70% son menores de edad', dice 'Z'.