Secciones

Broma estudiantil lo dejó con quemaduras en la cara

fotos: manuel lema

E-mail Compartir

Con lesiones graves resultó un alumno del liceo Eduardo de La Barra, que al interior de una sala fue quemado en el rostro por sus compañeros.

La situación aconteció la tarde del lunes en una de las aulas de los terceros medios. Había finalizado la clase de Física, donde el profesor había solicitado a los alumnos que llevaran de su casa alcohol para fabricar un termómetro. Tras sonar el timbre para el recreo salió el docente, y en el aula quedó Carlos Araya Godoy, de 15 años, domiciliado en cerro El Litre, junto a un grupo de compañeros. Algunos estudiantes tenían una botella con un litro de alcohol, y alistaban una broma para cuando llegara otro compañero del recreo. La idea era quemar potes plásticos que dejarían pegados en el banco. Carlos les llamó la atención por el riesgo evidente de que provocaran un incendio. Uno de los reprendidos se molestó. 'Miré hacia atrás y tenían tapada la bombilla y luego se les desparramó y me cayó en la cara. Creo que fue intencional', señala el mismo Carlos. Recibió el líquido inflamable en la nuca y el rostro, y al contacto con el fuego en cuestión de segundos ardió como antorcha humana. Un compañero se arrojó encima y lo apagó con una chaqueta, mientras autoridades del liceo eran alertados del accidente. El lesionado fue llevado de inmediato al hospital Van Buren, pero ante la tardanza por la movilización de los médicos, fue derivado al consultorio Jean Marie Terry, para luego regresar a la Asistencia Pública, donde le diagnosticaron quemaduras faciales tipo A y AB, donde se vieron comprometidas las vías respiratorias al inhalar aire caliente. Se mantuvo internado toda la noche en observación y con curaciones, y ayer cerca del mediodía fue dado de alta.

Bruno Godoy, tío de la víctima, es profesor en Casablanca, y reconoce que recibieron el apoyo del liceo y la corporación municipal para la investigación del caso, pero estima que debió haber mayor vigilancia de los funcionarios. Rechazó el accionar de los agresores. 'Vamos hacer la denuncia en la Fiscalía, y entablaremos una demanda contra los padres de los involucrados, que serían cinco, porque acá se atentó contra la vida de mi sobrino, fue algo intencional. El está en shock por tener su cara quemada y deberá recibir tratamiento sicológico, ya que no desea regresar al liceo. No queremos que esta situación quede impune y llegaremos hasta las últimas consecuencias', aseveró. Carlos es el mayor de tres hermanos, y sus cercanos lo definen como tranquilo y estudioso. Este percance lo afecta de sobremanera, ya que hace 10 años su madre, que es comerciante ambulante, se quemó gravemente al explotarle una lámpara con parafina. 'Es muy doloroso esto para mí, espero que la justicia haga algo contra los responsables', opinó Alejandra Godoy, madre del adolescente lesionado, que asistirá a curaciones a su rostro y visitas al otorrino. Aparentemente seguirá en el liceo en otro curso. J

Estaba en clases y observó cómo le robaban su auto

lev

E-mail Compartir

l Debido al paro de locomoción colectiva, Tamara Saavedra le prestó el auto a su hermano para que asistiera a clases ayer.

Joaquín de 20 años, estudiante de primer año de Técnico en Construcción en el Instituto Aiep de Viña del Mar, salió antes de las 8 horas desde su domicilio y a eso del mediodía, el vehículo familiar fue sustraído por tres delincuentes en las afueras del establecimiento educativo.

'Resulta que mientras mi hermano estaba en clases, miró por la ventana y se percató que tres tipos le estaban robando el auto. Bajó, los vio, se encontraron frente a frente, los ladrones fueron muy agresivos, le tiraron el auto encima', comentó Tamara, la dueña del auto, quien agregó que su hermano junto a un compañero salieron detrás de los ladrones.

'Eran tipos jóvenes, el que conducía tenía cerca de 30 años y los otros eran menores', sostuvo Tamara, quien a eso de las 16.15 horas se le informó que el vehículo había sido encontrado en la entrada de Placilla.

El vehículo era un Fiat Uno año 1991, patente DK 6007 y fue hallado sin ruedas en Valparaíso. Pese a que la historia tuvo un término relativamente feliz, la dueña del auto, recalcó la agresividad e impunidad con que actuaron los delincuentes.

'Si no hubiera sido porque mi hermano andaba con zapatos de seguridad, que poseen punta de fierro, habría resultado lesionado. No puede ser que los tipos actúen así a plena luz del día. El auto no estaba en la calle, estaba en un pasaje y afortunadamente mi hermano no tuvo consecuencias', declaró Tamara, quien manifestó su preocupación por estas bandas juveniles que operan en completa impunidad. J