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Un necio entrañable

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'La conjura de los necios' es uno de aquellos magníficos libros que conviene releer una y otra vez. Y que no se agotan en cada nueva visita. Escrita a comienzos de los 60 por un solitario y desconocido autor, John Kennedy Toole, la novela pasó dos décadas inédita. El escritor la envió a diversas editoriales y todas la rechazaron. Demasiado joven, a los 31 años, Kennedy Toole se suicidó en 1969, sin ver publicadas sus dos obras: 'La conjura...' y 'La biblia de Neón'. Pese a los sucesivos rechazos editoriales, la madre del escritor, Thelma Toole, consideró que 'La conjura de los necios' era en verdad una gran novela y, tras la muerte de su hijo, siguió insistiendo hasta que, en 1980, logró que fuera publicada por un editor que quedó impactado por la magnificencia de la obra. Tanto fue el éxito de esta novela perdida que en 1981 ganó el premio Pulitzer y 'La conjura de los necios' se convirtió en un clásico de la novela norteamericana contemporánea.

El protagonista de esta historia desopilante, encantadora, irónica y exquisitamente divertida es Ignatius J. Reilly, un ser del todo excéntrico, anacrónico y desadaptado, que desprecia a la sociedad, profita de su madre que lo mantiene y vive combatiendo los espasmos de su válvula pilórica, que se obstruye cada vez que Ignatius se percata de la 'falta de teología y geometría' del mundo que lo rodea. Mientras se da baños calientes para aliviar su constipado cuerpo, Ignatius da rienda suelta a sus pensamientos e intenciones de llevar a la sociedad de vuelta a la moral medieval. Y en sus viejos cuadernos Gran Jefe, va escribiendo de puño y letra su crítica visión del mundo.

El trabajo y la maquinaria de la sociedad capitalista están fuera de los planes de Ignatius, que vive a costillas de su madre, que entre trago y trago soporta la excéntrica personalidad de su obeso hijo. Sin embargo, una deuda inesperada lo obliga a buscar empleo y sumerge a Ignatius es una delirante dinámica de choque con el mundo real, por donde atraviesan entrañables personajes de Nueva Orleans.

El relato, escrito mayormente en tercera persona, está matizado por la correspondencia que Ignatius sostiene con su amiga Myrna Minkoff, un personaje progresista, lanzado a las luchas sociales y la defensa de la libertad sexual, con quien Ignatius sostiene una relación de amor/odio, salpicada por la expectación, la sorpresa y la ira. Ácida, divertida pero también emotiva, 'La conjura de los necios', que acumula decenas de ediciones, es de aquellos clásicos que siempre conviene revisitar.