Secciones

Sin miedo al dentista

fotos: SSVQ

E-mail Compartir

Nunca antes el pequeño Sebastián había tenido un cepillo de dientes. Hasta su llegada al Centro de Referencia Odontopediátrico del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, el niño, que cursa el pre-kínder en un establecimiento municipal de Viña, se lavaba sólo de vez en cuando los dientes y lo hacía con uno de los dos cepillos que había en su casa y que compartía con sus padres y sus cuatro hermanos.

Sebastián está feliz: desde ahora tiene su propio cepillo, uno de color celeste que le regalaron en el mismo centro y que se cuida de llevar cada vez que le toca asistir al módulo.

Como Sebastián, son entre 200 y 250 los niños que a diario llegan al Centro de Referencia Odontopediátrico del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota, una iniciativa creada hace ya más de 30 años, inspirada en un proyecto impulsado por la Organización Panamericana de la Salud, OPS tendiente a mejorar los índices en salud oral.

Desde el año 2009, el centro, que brinda atención especialmente a los niños más vulnerables de la red -en un enfoque asistencial y de tratamiento, pero con énfasis también en lo preventivo-, funciona en calle Limache con calle Cancha, en un recinto que cuenta con la más alta tecnología incorporada a la atención odontológica actual.

Entre éstas, destaca un equipo panorámico trío, que permite tomar radiografías panorámicas, teleradiografías y scanner dental.

'Es una de la joyitas, el equipo joyita, porque la mayor joya es el personal, el recurso humano, porque la gran mayoría son especialistas, formados en la especialidad', destaca la doctora Javiera Fuentes, quien añade que el equipo trío fue el primer equipo a nivel nacional que se instaló en el sistema público y lo último existente en imagenología a nivel odontológico.

En el centro, los niños aprenden lo fundamental para mantener hábitos saludables en salud bucal, a través de clases y entretenidos talleres.

La doctora Mónica Cristópulos, directora del CROSB, explica que la metodología empleada involucra a todo el estamento formativo: profesores, apoderados y alumnos.

'Funcionamos en horario de mañana y tarde. Llega un curso completo en cualquiera de estos horarios acompañado por su profesora y son recibidos por una educadora, la cual enfoca todas las enseñanzas de esa semana en la parte preventiva y educación para mantener una buena salud bucal', explica la profesional, precisando que la idea de trabajar con todos los estamentos apunta a que el mundo adulto que rodea al niño tenga conciencia respecto de la prevención en salud bucal.

La directora del Módulo Odontopediátrico comenta además que 'las atenciones se realizan durante todo el año, pues los niños que se van de alta deben asistir cada seis meses a control, entonces durante las vacaciones también deben venir al módulo; de hecho, atendemos unos 250 niños y niñas diariamente, así que no sólo trabajamos con ellos durante el periodo escolar', asegura.

El método de atención empleado en el CROSB es pionero en Chile. Se denomina técnica de 4 y 6 manos, que permite al especialista trabajar sin tener que desplazarse ni separarse del paciente.

Dos ayudantes preparan el instrumental que empleará el doctor y prepara el material que será utilizado en las atenciones.

'El especialista trabaja de manera ergonómica, no tiene que desplazarse ni ir a buscar las cosas ni tampoco prepararlas y eso aumenta la eficiencia y disminuye el tiempo clínico que se necesita para cada paciente', destaca la doctora Cristópulos.

El CROSB también brinda atención a niños pacientes de la red de salud pública derivados a especialistas. Asimismo, otorga atención a funcionarios del SSVQ y sus cargas y a personas integradas al Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos (PRAIS), creado 1991 como respuesta del sector salud al compromiso de reparación asumido por el Estado con las víctimas de la represión política, durante la dictadura militar.

Para el doctor Francisco Acevedo, director del SSVQ, el modelo de funcionamiento del CROSB, así como también su moderno equipamiento, es motivo de orgullo para la salud pública.

'Es modelo tanto en su funcionamiento, como en equipamiento es un orgullo para nosotros, de hecho acá contamos con el único scanner odontológico que existe en el país (...) Este programa de atención de los escolares, los niños de las escuelas públicas no van a ser como la Cuatro Dientes ni como Don Chuma, sino que podrán mostrar su mejor cara y sonrisa, porque van a tener todos los dientes que no tuvieron sus padres', destaca Acevedo.

Para el directivo, se hace necesario 'trabajar en el futuro, ya que la salud oral es de un alto costo, por eso tenemos que concentrar los recursos en nuestros niños, para que así en 20 años más puedan tener una buena salud oral'.

La cobertura de las atenciones odontológicas entregada por el CROSB corresponde a unas 10 mil atenciones al año.

Se trabaja con el 70% de las escuelas municipalizadas de Viña del Mar y un 30% de colegios particulares subvencionados, todos seleccionados de acuerdo a índices de alta vulnerabilidad para las atenciones de nivel primario.

En paralelo, el centro está abierto a toda la red para los casos de niños de difícil manejo en odontopediatría, urgencia (traumatismos) y ortodoncia lo que completa la atención en la red.

El director de Salud Oral del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, doctor Hernán Cifuentes, destaca el trabajo de prevención y poder hacerlo desde la más temprana edad.

'Es fundamental, el programa tiene especificaciones: el 60% del tiempo debe ser destinado a lo que es prevención y el 40% a lo que es tratamiento. Los trabajos de prevención y tratamiento empiezan a los dos años y pensamos que ya es un poco tarde, porque podemos hacer prevención con bastante más precocidad. Las diferencias, por las condiciones que tiene nuestra región (geográfica, cultural y de todo tipo), se dan patologías diversas', concluyó el especialista. J