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La 'pega' submarina que ofrece millonarios sueldos

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Cuando llega la mayoría de edad muchos jóvenes toman caldo de cabeza para definir su futuro. Por lo general se convive con la presión de los padres y de sus pares, para ingresar a un plantel de educación superior de prestigio. A través de una carrera de cinco años el joven conseguirá una profesión que le brindará un bienestar económico y estatus social.

Pero quizás no es necesario estudiar tanto tiempo ni invertir mucho dinero para obtener réditos inmediatos. Así lo estiman Francisco Andrade y su socio Alberto Montenegro, que llevan años dedicado al buceo y formaron su propia empresa del rubro. El primero es representante legal y el segundo instructor de Diversub, escuela para formar buzos comerciales o profesionales que funciona en el N° 2053 de avenida Pedro Montt, certificado por la Armada. 'Considerando que nuestro planeta está cubierto en más de un 70% de agua, el futuro laboral no está en el espacio, sino que bajo el mar', avisa de partida Alberto.

Francisco piensa que una opción laboral submarina resulta viable para jóvenes que no tienen claro su futuro y que además aman la naturaleza, en este caso el mundo submarino. ¿Hay que ser especialista en el agua para conseguirlo?. Se puede partir literalmente de cero, pero cumpliendo requisito básicos como es saber nadar, tener cuarto medio rendido, mayor de 18 años y hoja de antecedentes.

Quizás el aspirante parta con el bautismo -actividad orientada a los turistas los fines de semana- donde la inmersión no pasa los 10 metros de profundidad para observar la fauna y flora. Sin duda lo fuerte es el curso para ser buzo comercial o profesional, donde el alumno consigue una matrícula para utilizar el equipamiento que le permita desarrollar trabajos submarinos. 'El buzo comercial es un obrero debajo del mar y está capacitado para efectuar diversos trabajos como soldadura submarina, globos de levante, hidroeléctrica, muelles, salmoneras, un sinfín de trabajos. Chile lo que más tiene es costa y 'pega' hay bastante. Los cursos duran 6 meses y son tres clases vespertinas a la semana en la parte teórica, más una clase práctica los fines de semana, donde hay profesores experimentados, varios de ellos buzos de la Armada', se explaya Francisco.

Como la mayoría de los estudiantes trabaja, los horarios en aulas van de 19.00 a 22.00 horas donde reciben conocimientos en ramos como primeros auxilios, física aplicada al buceo y tablas de descompresión, entre otros. En la escuela los preparan para que rindan un buen examen ante la autoridad marítima, ente que al final es el encargado de otorgar las matrículas, las que gracias a una certificación internacional les permite trabajar en cualquier punto del orbe. En algunos casos las exigencias incluyen un completo chequeo médico con electrocardiograma y test de esfuerzo. La licencia dura el año y se renueva con revisión de salud de por medio.

Sin duda que una de las variantes más atractivas del buceo comercial es la soldadura submarina, donde las exigencias son un poco mayores. 'El primer requisito es tener carnet para ser soldador en tierra, mínimo posición 4G. Luego ser buzo comercial con licencia en mano, con curso de primeros auxilios y conocimiento de soldadura teórica que reciben en la escuela, donde aprenden a reaccionar frente a una emergencia', explica Alejandro que se especializó en esta actividad. Añade que un soldador terrestre calificado no debiera complicarle la faena, pero si no se adecúa al agua no tendrá futuro. 'Por eso son tan pocos y se les paga tan bien, porque deben cumplir ciertos requisitos. Tiene que dedicarse en la parte teórica y física... saber acomodarse en el agua', acota. Se les aplica pruebas como de tinta y neumática para ver la calidad de la soldadura.

Por el hecho de estar en un ambiente distinto al terrestre, se podría pensar que la accidentabilidad puede ser mayor a otras tareas. 'Hay riesgos propios de estar bajo el agua, pero son controlados. Está el peligro de quedarse sin aire, o una mala preparación física puede pasar la cuenta por el esfuerzo. También el tema de la presión que cambia la fisiología del cuerpo, pero si se toman las medidas y existe una buena planificación previa, no habrían mayores riesgos', asegura Francisco.

Las primeras clases se pueden llegar a 10 metros, y a medida que avanza el curso aumenta la profundidad. Respecto de los costos, los estudiantes que acuden a la escuela pagan una matrícula de 100 mil pesos y después un millón 100 mil pesos que pueden cancelar en cuotas. Claro que pueden ir en short y polera, solo con su cuaderno a las clases teóricas, porque reciben el equipamiento necesario.

Los instructores expresan que la inversión no es cara, considerando que en unos meses tras egresar de buzo comercial con una especialidad logran una buena fuente laboral. 'El sueldo base para un buzo comercial sin ninguna calificación es de 800 mil pesos. El 100% de los alumnos egresados tiene trabajo a la semana, por los contactos que tenemos con empresas. El buzo calificado se puede especializar en salmoneras trabajando en mallas, en muelles, dragados y estructuras. Hay soldaduras que se hacen en petroleras donde los sueldos son millonarios', relata Alberto. Las principales ofertas de empleos están en Quintero, Valparaíso y el sur. 'Si eres perseverante, te motivas y te pones las pilas vas a sacar tu licencia y una vez con ella 'pega' va a haber. Inicialmente ganas 700 u 800 mil pesos y en unos meses costeas el curso. Hay 'lucas' inmediatas y es un trabajo diferente y entretenido', agrega Francisco.

Las clases prácticas de Diversub por lo general son en playa Las Torpederas, que reúne todas las condiciones de profundidad y estabilidad. 'La mayoría tiene una mala imagen de esta playa, creen que está llena de basura en el fondo marino pero no es así. El fondo es precioso pues hay mantarrayas, pulpos, tiburones, pasan toninas y hasta ballenas. Es ideal para bucear', manifiesta el instructor. También van a Quintay y al Cristo Sumergido de Quintero, pero en el último tiempo apareció un severo contratiempo, como la medusa fragata portuguesa, que tiene la mayoría de las playas cerradas, por lo que las clases acuáticas se trasladaron a piscinas. 'Lo bueno es que apareció en invierno, donde además hay bastante marejadas... si fuera en verano nos afectaría bastante'.

A futuro en la escuela planean su propia alberca en el plan porteño para evitar estos contratiempos.