Fue el 14 de julio pasado cuando la crisis al interior de la posta del hospital Carlos van Buren se agudizó y quedó el evidencia el quiebre entre los médicos y las autoridades del servicio de Salud. Se hizo público el hecho de que se atendían a 400 pacientes diarios y de ellos 55 quedaban hospitalizados en un espacio para apenas 18 personas.
Ha pasado un poco más de un mes y ha corrido mucha agua bajo el puente. Tras varios dimes y diretes y hasta la salida del director del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, doctor Ramón García Gómez, la situación ya está un poco más tranquila y se espera que continúe en esa línea tras un protocolo de acuerdo que firmaron ayer los médicos movilizados, la dirección del recinto y el SSVSA.
'Esta reunión se fijó para cristalizar algo en lo que hemos estado trabajando últimamente que es un protocolo de acuerdo que establece que, si bien nosotros, seguimos movilizados, entramos en una nueva fase y en torno a los mismos puntos del petitorio original que tenemos, establecemos mesas de trabajo con un plazo definido de 20 días hábiles para elaborar un informe de cada uno de estos petitorios' explicó el vocero de los médicos de urgencia, doctor Roberto Fuentes.
El galeno reconoce que el avance desde un mes a la fecha es casi nulo: aún faltan camas, hay hacinamiento en urgencias, faltan cargos de cirujanos y médicos internistas, pero ahora están involucrados en la solución.
'Esta movilziación no ha sido nunca una paralización, siempre estuvimos atendiendo a pacientes. Inicialmente quisimos hacer un filtro entre los C1 y C2 (pacientes con urgencia vital), pero nosotros mismos los fuimos relativizando. La disponibilidad tanto de atención por la falta de cargos, como por la cantidad de pacientes va hacer que los pacientes C3 (urgencia relativa) sigan esperando mucho rato y tal vez no sean atendidos. Los pacientes C4 y C5 (pacientescon cuadros no graves) de frentón no van a ser atendidos acá', dijo el doctor Fuentes. J