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Di Blasio dictó cátedra a mini artistas de la zona

NELSON VERGARA P.

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Fue dueño y amo del Colegio Artístico Roberto Matta (ex República Argentina) de Quillota. Llegó sobre la hora y escoltado por la concejal María Baeza, quien hizo las gestiones para tenerlo en una ciudad que no conocía, pero que lo dejaría entusiasmado con volver. Raúl Di Blasio tuvo un amor a primera vista con Quillota. Todo ocurrió la tarde del miércoles en la escuela municipal de calle La Concepción, ahí llegó con sus asesores y representantes. Un tipo con experiencia, que no se complicó con nada, y que cuidaba cada uno de sus pasos, y razones tenía pues el sábado se presenta en Viña del Mar tras 20 años de ausencia en Chile (su anterior presentación fue el 2004 en el Teatro Caupolicán de Santiago).

Y ahí estaba Di Blasio, el pianista argentino oriundo de Zapala de la provincia de Neuquén Argentina, ahí estaba el llamado 'Piano de América', el hombre que ha interpretado con Rocío Dúrcal, José José, Julio Iglesias, Juan Gabriel, Marco Antonio Solís, Armando Manzanero, Carlos Cuevas, Richard Clayderman, Julio Iglesias y tantos otros. Partió el acto y sorprendido el pianista ayudó a descubrir una placa que entregaría un salón artístico su nombre. Luego de eso, la emoción no lo soltó hasta que se fue, Di Blasio fue -con propiedad- el dueño del espacio que lleva su nombre.

Y ahí estaba un piano, el mismo que le llamó la atención cuando sus padres le preguntaron si le interesaba la música a los ocho años, alrededor autoridades, docentes, y niños que como él, tienen algún interés por la música. Lo recibió Mario Fuentes, el director de la Orquesta Juvenil de Quillota y quien propició la presentación de un par de piezas musicales con sus alumnos y luego, se fue, dejando de lado al invitado sin alguien con quien hablar técnicamente el mismo idioma.

Y llegó el momento, el maestro -con 17 producciones en el cuerpo, dos hijos y pareja chilena- tomó el micrófono y se instaló frente a su piano. Sacó tres alumnas desde el público y les preguntó por sus sueños y desafíos. Hubo risas, relajo, caricias, besos, miradas y abrazos. Luego miró la orquesta, convocó a un par de chicos y los invitó a improvisar, 'Mario, dónde está Mario...' preguntó por el director de orquesta, pero no estaba. Di Blasio entendió que era el dueño y señor, y comenzó a sacar uno a otro a los niños, los instruyó, les dijo que nunca debían renunciar a su sueños y que nunca debían dejar de improvisar. Tras varios intentos, un saxo y un violín sonaron, y Di Blasio los acompañó con su piano mágico, los niños, tocaban con un maestro, y sin su director. El argentino, había logrado lo que había enseñado, sin partitura, sin maestro, los niños habían sacado lo mejor de sí: la música.

Veinte años han pasado ya desde la última vez que Di Blasio estuvo en Chile. Escueto en sus palabras tras compartir con los menores, el pianista señaló que su regreso a la ciudad que lo vio tocar en el histórico bar Harry´s del hotel O´Higgins 'es un reencuentro con un viejo amigo'. De su último paso por la Ciudad Jardín, 'eso son recuerdos, melanconía', el regreso ya es especial', acotó.

La agenda también consideró su presencia en 'La Tarde y Usted' de Quintavisión, espacio que repetirá su entrevista hoy a las 18,00 y 24,00 horas. J