Una espectacular fuga protagonizó ayer un interno desde el complejo penitenciario de Valparaíso. Al cierre de esta edición se mantenía prófugo.
De acuerdo a lo informado por el coronel Jorge Reyes, director regional (s) de Gendarmería, los hechos acontecieron cerca de las 09.45 horas, cuando un grupo de siete internos salió desde el Centro de Estudio y Trabajo, para dirigirse al Centro Penitenciario Femenino.
Desde el 18 de agosto los presos estaban autorizados para que, tras el desencierro matutino, realizaran trabajos de remodelación de las residencias transitorias de las mujeres, labor que se extendía hasta las 16.30 horas. Específicamente remozaban una sala cuna que debía estar terminada la otra semana.
Un integrante del grupo era el viñamarino Juan Arístides Cortez Cortez, de 31 años, quien transportaba un carrito con cerámicas cuando, en forma repentina, soltó el implemento y echó a correr.
El único gendarme que custodiaba a los siete internos, provisto de una pistola automática con 15 tiros, optó por no hacer fuego contra el prófugo y retuvo a los restantes para que no imitaron a su compañero y permanecieran en el lugar.
'Se evadió por las zonas internas del penal, que tienen características especiales por la geografía, donde hay hectáreas de quebradas, desniveles de superficie y arboleda ', dijo el coronel Reyes.
Tras sortear una pandereta, se escabulló entre los matorrales y bosques con rumbo desconocido. Se armó un operativo de búsqueda de Gendarmería, el que estuvo apoyado por Carabineros, los que se extendieron a los cerros Playa Ancha, Mariposa y al domicilio del reo en calle Limache en Viña del Mar.
Surgió una posible pista de su presencia en un robo de accesorios a un vehículo estacionado en el supermercado A Cuenta, lo que posteriormente fue descartado. Según Gendarmería, Juan Cortez ingresó al penal el 27 de enero de 2012, para cumplir condenas por abigeato, robo con intimidación, amenaza a un miembro de las Fuerzas Armadas y robo en lugar no habitado, las que cumplía en 2021.
Por su buena conducta fue asignado al módulo 101 para reos de baja peligrosidad y por sus conocimientos en albañilería se vio favorecido con esta oportunidad laboral, que usó para arrancar.
Si bien la fuga no está penada, al ser recapturado perderá todo beneficio y cumplirá condena en módulos más refractarios.
El coronel Jorge Reyes apuntó a que la evasión fue un hecho 'aislado y fortuito' y habrá un sumario administrativo para establecer responsabilidades del personal. 'El interno tenía muy buena conducta y el norte de la institución es la reinserción', reconoció.