Lo ocurrido en el hospital San Martín de Quillota es simplemente impresentable. Domingo, 11 de la mañana y Ana Pizarro recibió un llamado telefónico de esos que uno nunca parece estar preparado para escuchar: 'Aló, hablo con Ana Pizarro... su padre Julio Pizarro felleció'.
El llamado era de la central telefónica del hospital San Martín de Quillota, recinto en donde hace un mes el suplementero Julio Pizarro estaba internado producto de una serie de problemas de salud. Superado el impacto del llamado, Ana comenzó a contactar a sus hermanos y, en medio del dolor, contactaron a una empresa funeraria de la ciudad para que hiciera los primeros trámites.
Pasadas las 12 del día, la familia ya estaba -funeraria incluída- en el hospital San Martín de Quillota. Los primeros pagos del triste momento del adiós ya estaban cancelados. Sólo quedaba ir tras Julio y vestirlo para su última despedida.
Tras las primeras horas de luto, la familia llegó y fue tras la búsqueda del cuerpo de Julio. Ahí la sorpresa sería mayúscula: el hombre estaba sentado en su habitación, vivo, risueño y sin entender la cara que exhibián sus familiares al verlo. El hombre, no estaba muerto ni tampoco andaba de parranda, simplemente en el hospital habían cometido un impresentable error en el nombre, el apellido y el contacto de la persona fallecida.
Ahí la indignación de la familia se hizo mayúscula, buscaron respuesta, pero no la encontraron. Las enfermeras, relató Kimberly Menay, nieta de Julio, se negaban una y otra vez la culpabilidad del error. En ese intertanto, desde el mismo número llamaron nuevamente a la familia y rectificaron lo que ya habían comprobado en el hospital, don Julio estaba vivo.
Ayer, La Estrella se contactó con el hospital San Martín de Quillota para buscar alguna explicación a este insólito hecho. Desde ahí se indicó que el recinto hospitalario identificó como propio el número del que se llamó -la mañana del domingo- y de forma errada a la familia del paciente cuya familia realizó la denuncia, Julio Pizarro.
Ayer al mediodía parte del equipo de gestión directiva del San Martín, encabezado por el director, doctor David Lagos, se reunió con la hija del paciente (Fabiola Pizarro), a quien -se indicó a La Estrella- se le solicitó las excusas de rigor por este mal entendido y se le ofreció la colaboración necesaria para reembolsar a la familia los gastos incurridos.
La dirección del Hospital San Martín, además, instruyó de manera inmediata una investigación interna de manera de determinar las responsabilidades que este caso pueda arrojar. J