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La increíble historia de la porteña que instaló un restorán en Camerún

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'Nunca en mi vida llegué a estar tan enojada, tan frustrada como cuando viví en Douala (capital económica de Camerún). Sin embargo lo tomó como una de las mayores pruebas de paciencia y una gran escuela de vida. Aprendí de gente que es completamente diferente a uno, que tiene otra mentalidad y que te obliga a adaptarte. Es difícil, pero enriquecedor', relató Consuelo Vidal Maldonado (27 años), una porteña que se fue a vivir a África, donde instaló un restorán.

Después de terminar cuarto medio, Consuelo tomó la decisión de viajar a Suiza, donde permaneció por dos años y aprendió francés. Retornó a Chile y decidió estudiar hotelería y gastronomía en una carrera técnica, de dos años, en el Inacap de Valparaíso. Era el año 2010 y junto a su pareja de ese tiempo instaló el restorán Bijoux, en el cerro Concepción.

El término de su relación de pareja, sumado al fin del proyecto de su restorán en Valparaíso la motivaron a viajar a Francia. En Europa trabajó como asistente de idiomas, junto a profesores en liceos. Una de sus funciones era llevar la cultura latinoamericana y chilena a los estudiantes.

'Trabajé en un pueblito muy pequeño, en el sur de Francia. Fue en ese lugar donde conocí a Clement Scherrpeerl, con quien finalmente viajé hacia África', explica Consuelo.

Clement creció en África ya que sus padres trabajaban en la Unión Europea. Ahora había retornado a Francia para estudiar. El hombre vivió cinco años en Camerún y prometió volver. Su trabajo era de infografista y modelador en 3D y quería llevar su profesión a ese país africano.

'Yo todavía no estaba muy enganchada con él. Terminé mi contrato con el liceo y él se dedicó a convencerme. No fue fácil ya que me preguntaba: ¿qué voy hacer en Camerún? Y finalmente acepté', agregó la viajera.

Llegaron a la ciudad de Douala en el 2013, en la peor época del año, donde llueve las 24 horas en forma tropical. El clima, bastante extremo, fue lo primero que la impresionó.

Duala (Douala en francés) es la mayor ciudad de Camerún, su capital económica. Es un puerto, como Valparaíso, 'pero uno no siente la presencia del mar. Está como en un hoyo lo que la convierte en un verdadero sauna. La población, divida en tribus y etnias, llegan a esta ciudad buscando una mejor vida. La gente es bastante agresiva y competitiva especialmente con los extranjeros, asunto que se arrastra por la violenta colonización', explicó Consuelo.

A ella la trataron mejor cuando dijo que era chilena, 'pues Chile jugó contra Camerún en un Mundial de Fútbol y todos recordaban a Bam Bam Zamorano y Marcelo Salas'.

Junto a su pareja arrendaron un pequeño departamento. 'Para toda la gente en Camerún era muy raro que gente blanca vivieran en estas condiciones, ya que la mayoría de los blancos en Douala habitan en grandes mansiones. También nos miraban cuando tomábamos taxis pues los blancos tienen sus grandes camionetas. No nos entendían y se impactaban por el modo de vida que teníamos'.

Comenzó a trabajar para el Instituto Francés de Camerún haciendo cócteles. 'Hacía empanaditas, pastelillos y comencé a darme cuenta los problemas que tenía para abastecerme de productos. Ahí llegaron los productores chilenos de 'Surreal', que estaban grabando los programas de televisión 'Patiperros' y 'Voy y vuelvo' y necesitaban una traductora y productora que se moviera por la ciudad. Esto me permitió perder el miedo, hablar con la gente y meterme en la sociedad. Ahí recién pude comunicarme'.

Pasó un mes sin hacer mucho en la ciudad hasta que conoció a una galerista de arte, quien era una mujer muy importante en Douala pues era la nieta del último rey de una tribu local. 'La llamaban princesa en las calles y le había hechos unos eventos en su galería, que llevaba 20 años tratando de surgir en esta ciudad horrible, hedionda y fea. Ellos tenían un jardín precioso, con plantas y un gran mangal (árbol de mangos), que era una especie de oasis de aire en la ciudad', explicó Consuelo.

La princesa de Douala era amiga de la madre de Clement y le propusieron abrir un proyecto de restorán y café.

'Me mostraron el espacio para cocinar, donde sólo había una llave de agua. Sin embargo tenían mesas, quitasoles y una barra que se ocupaba como recepción de la galería. Les presenté un proyecto y lo aceptaron. Fue así como nace 'Arty-Café', al que comencé a querer como un hijo', explicó.

'Me había dado cuenta que las diferencias sociales en Canerún eran abismantes. No había clase media. Existían los pobres y los ricos y mi idea era tratar de abrir un restorán que estuviera más al alcance de todos, donde los platos no costaran 15 mil pesos. Esa fue la idea principal del proyecto'. Fue así como empezó a funcionar. Buscó gente en un Instituto de Hotelería que estaba en la ciudad.

Los alumnos no tenían la menor idea de lo que significaba la cadena de frío y otros conceptos básicos de gastronomía. Además se percató de que a los trabajadores del restorán había que presionarlos directamente para trabajar. 'Llegaba en la mañana y ya estaban casi todas las mesas llenas. Mis ayudantes recién estaban pelando papas. Habían pasado toda la mañana tomando café y conversando, por lo tanto fue muy complejo que empezara a funcionar en forma eficiente', dijo.

Consuelo se levantaba todos los días, muy temprano, agarraba una gran mochila y salía en busca de productos frescos. 'Visitaba 5 o 6 negocios diferentes y terminaba agotadísima', agregó.

En ese momento le ofrecieron hacer clases de español en el Liceo Francés, primero en forma parcial y después a jornada completa. Esto le significó que el tiempo se le redujera y el estrés y el cansancio comenzará a tomar por asalto su cuerpo y su mente.

El proyecto del restorán estaba funcionando, pero con unos niveles de desgaste que la habían agotado completamente.

Había cortes de luz muy largos, problemas con el agua potable y falta de productos. Todo se empezó a poner muy complejo. En el norte los terroristas musulmanes estaban atacando con mucha violencia. Había secuestros. En el liceo donde la porteña trabajaba había un tanque con 20 soldados, protegiendo a los franceses. A eso hay que sumar el ébola (que todavía no llegaba) y el cólera. Dijo que al final pudo organizar el asunto y dejar a alguien a cargo del restorán y volver a Valparaíso. 'Arty- Café' todavía está funcionando y es todo un orgullo para Consuelo.