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El único chileno en que confía Evo Morales

fotos: nelson vergara p.

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Hierro Viejo, en la comuna de Petorca, es una pequeña localidad que llama la atención por su tranquilidad. Allí, las horas parecen avanzar más lento de lo habitual. Las agradables tardes que anticipan la pronta llegada de los primeros rayos del sol primaveral invitan a pasar horas platicando bajo la sombra de algún árbol. Esto es lo que precisamente hace Óscar Véliz Flores, quien aprovecha el living de su casa -que se esconde en medio de las ramas de algunos paltos- para cultivar el arte de la conversación.

'Gory' o el 'Negro Véliz', como conocen al señor en esta localidad que lo vio crecer, habla con total propiedad sobre Bolivia y su gobierno, mientras toma una taza de café. Hoy disfruta de las bondades de vivir lejos de las grandes urbes, pero hace unos años atrás, sobre sus hombros tenía la responsabilidad de ser asesor de gobierno de Evo Morales, uno de los mandatarios más influyentes de la historia reciente de América Latina.

En los momentos más álgidos de las relaciones bilaterales con el país vecino, fue intensamente buscado por la prensa nacional, pero sin mucho éxito. Todos querían saber algo más sobre el asesor chileno de Morales, como se le conoce. Sin embargo, este hombre de 61 años es mucho más que eso; fue parte de las filas del MIR e incluso trabajó por dos años (1996 y 1997) para el ahora presidente uruguayo José 'Pepe' Mujica, cuando éste fue diputado. Aunque hay que reconocer que los años junto al ex dirigente cocalero marcaron su vida laboral Fue catalogado por medios bolivianos como uno de los principales responsables de las gestiones internacionales del Primer Mandatario.

A pesar de aquella actitud de reserva que siempre adoptó frente a la prensa, hoy abrió las puertas de su hogar a La Estrella de Valparaíso. Tal vez, es el momento preciso para hablar. A poco más de un mes de que Chile presentara sus argumentos para impugnar la competencia de la Corte de La Haya en la demanda marítima boliviana, Véliz hace un alto a sus labores diarias para conversar sobre sus años de trabajo junto al presidente boliviano, su postura frente a la petición del país vecino, su detención durante la dictadura militar como miembro del MIR y el escenario político chileno actual.

No deja de llamar la atención que un compatriota esté dentro de los hombres de confianza del presidente de Bolivia, no porque el mandatario sea xenófobo, sino más bien, por la permanente pugna que ha existido históricamente entre los gobiernos de ambos países desde la Guerra del Pacífico. No obstante, según Véliz, la nacionalidad nunca fue un factor determinante para el trabajo que realizó en el 'Palacio Quemado'. 'En el equipo de Evo había personas de diferentes países y nunca hubo problema con eso', aseguró.

Si bien el ambiente de trabajo era de los mejores, este hombre cuenta que en ocasiones, casi en tono de broma, no faltaba quien pusiera sobre la mesa el origen chileno del asesor, pero ahí estaba el mandatario para poner las cosas en orden. 'Aquí no importa de dónde vengan, si es chileno o no, somos un equipo que trabaja para los bolivianos', era la opinión de Morales, recuerda.

Aquella actitud casi de sobreprotección del presidente boliviano con Véliz no es al azar, es producto de una amistad de años, que nació a fines de la década del 80, cuando el chileno se desempeñaba como docente en la Universidad Mayor San Simón de Cochabamba y el entonces naciente dirigente cocalero asistía como oyente a sus clases de Historia. Una etapa en que -según su ex profesor- Evo se diferenciaba de sus compañeros de manera abismante, porque 'era muy despierto y tenía las cosas muy claras. Sabía donde quería llegar y los cambios que venían desde los movimientos sociales'.

Las pretensiones del gobierno boliviano de tener una salida al mar son absolutamente justificadas para este ex asesor, quien recuerda que Bolivia si tuvo acceso al Océano Pacífico. A su juicio, la negación de parte de los sectores dominantes de la escena política chilena obedece a un nacionalismo extremo y mal entendido, que se mueve por divisiones del pasado. 'Ceder hoy un corredor marítimo a Bolivia, una salida al mar, ¿En qué va a afectar a Chile? En nada lo afecta, ni económicamente ni de ninguna forma', señala Véliz.

Contrario a la posición adoptada por 'los gobiernos de derecha' -como llama sin distinción a la Alianza, Concertación y ahora Nueva Mayoría- este ex docente cree que se deberían establecer alianzas estratégicas con el país altiplánico y así fortalecer la economía de ambos países. 'Imagínate el gas por ejemplo; acá el precio es exagerado y allá el valor es muy bajo. Y así, en muchas cosas más Chile se podría ver beneficiado', reflexionó.

Mientras descansa en su natal Hierro Viejo y se recupera de algunos problemas de salud que lo hicieron alejarse de sus labores en el gobierno boliviano, no deja de observar la realidad chilena actual. Luego de un breve análisis que nace espontáneo en medio de la conversación, anticipa el pronto arribo de un levantamiento social, a partir de que la ciudadanía tomará las riendas de su futuro. 'La gente está descontenta, los sueldos son bajos, todo sube y se trabaja todo el día; sin tiempo para nada. Más temprano que tarde la gente va a salir a la calle en masa. Eso se viene por todo lo que está pasando. Lo veo', aseguró.

A pesar de que siente decepción por la 'politiquería', cree que no todo está perdido y que de la mano de aquella reacción ciudadana asomarán nuevos líderes que cambiarán la cara de la política nacional. 'Me agrada mucho ver a los jóvenes que surgieron del movimiento estudiantil, a Jackson y -sobretodo- a Boric. Con la forma de pensar, con las ganas que tienen de cambiar el cómo hacer política, creo que traerán muchas cosas buenas', reflexionó, aunque no sin antes jugársela con un nuevo pronóstico. 'Va a aparecer fuerte la figura de una mujer y será la líder que todos esperan (…). Las mujeres tienen los pies en la tierra y se hacen cargo de los problemas que muchas veces los hombres no tomamos en cuenta por tener aires de grandeza. Por eso creo que será una mujer', finalizó. Luego de un par de tazas de café, la casi hora de conversación se volvió escasa. Son decenas las historias que Véliz guarda de su paso por Bolivia, que podría estar un día entero contándolas en el living de su casa. Por el tiempo no se preocupa, porque aún le quedan algunos meses de descanso, mientras decide cuál será su nuevo paso. Quizás sea México o algún otro país, aunque no descarta volver a Bolivia. Sólo el tiempo dirá. J