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La cruzada chilena para salvar a las abejas

john yevenes

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En primavera los árboles y arbustos comienzan a florecer y soltar sus aromas y pólenes. Esta, es la época perfecta del año para las abejas. Ellas vuelan de un lado a otro absorbiendo néctar de las flores y captando el polen en sus cuerpos peludos para llevarlos de una a otra, siendo los principales polinizadores del planeta.

En Chile hay 450.000 colmenas aproximadamente y cada año la población disminuye en un 8%. La agrónoma de la ONG Plan Bee, Paula Pedreros, afirmó a La Estrella que esto 'puede generar la desaparición de las abejas, a nivel mundial, en aproximadamente 15 años si no se hacen cambios radicales hoy'. Chile por sus condiciones climáticas podría ser un refugio para ellas.

La población de abejas sucumbe por una sumatoria de factores ambientales y humanos. Por ejemplo, el uso indiscriminado de pesticidas por parte de la agricultura industrial las enferma con sus químicos. Los monocultivos o las plantaciones de una sola variedad de especie vegetal conlleva a que se alimenten de la floración de un solo árbol, generando nutrientes solo de un polen. Esto, explicó Pedreros, 'es como si estuvieras alimentándote todos los días de té. Te alimenta y te sostiene, pero no te formas como corresponde. Lo mismo pasa con las abejas, por ejemplo, el polen del palto tiene poco nivel proteico y consumir solo su polen las hace más propensas a enfermedades'.

También su bienestar es afectado por las torres de alta tensión y las antenas de celular, ya que varían el comportamiento de las abejas, haciendo que se desorienten de su colmena, y las estresa hasta la muerte. Además, las chaquetas amarillas se comen sus larvas, y las abejas suelen defenderse en grupo, pero si están débiles, están más expuestas a ser atacadas.

Se calcula que más de la mitad de los cultivos frutales y vegetales que el hombre consume, son gracias a la polinización de las abejas. Por ejemplo, en el mundo polinizan el 80% de zapallos y duraznos, el 90% de melones, sandías y limones, y el 100% de las paltas y almendras, según gráficos de Plan Bee.

Ahora, si se piensa en la cadena alimenticia, gracias a ellas se obtienen muchos alimentos. Por ejemplo, las semillas de los pastos que alimentan a las vacas se originan de plantas polinizadas por abejas, sin pasto no hay vacas, y sin vacas no hay leche. Si las abejas desaparecen, en primer lugar habría una escasez de alimentos, que conllevaría a enfermedades por falta de los nutrientes de frutas y verduras; y luego vendría una gran pérdida de empleos relacionados al área agricultora.

Chile podría ser un santuario para estos importantes insectos porque según Pedreros, 'gracias a las condiciones geográficas que funcionan como barreras naturales en Chile somos un país mucho más libre de enfermedades, virus e insectos que afectan al bienestar de las abejas'. Pero hay que protegerlas de los factores mencionados anteriormente. ¿Cómo? Plantando árboles y flores ricas en néctar y aromas, como romero, tomillo, margaritas, menta, lavanda, manzanilla, limón, mango y albahaca, entre otras.

Plan Bee instaló la primera zona de reserva para ellas en Los Molles, donde junto a otros insectos polinizadores (abejorros y mariposas) viven en un lugar aislado de los factores que las afectan. Además, han establecido colmenas urbanas en jardines de diferentes comunas de Santiago para su preservación y para que las que viajan entre ciudades tengan un espacio de recuperación, descanso y alimento.

Misael Cuevas es el es el presidente de la Red Apícola Nacional, organismo que reúne a unos 2 mil dueños de abejas del país. Con 40 años en el rubro, el dirigente no se toma con tanto alarmismo los índices de mortalidad de las abejas, las que en el país se cifran en el 18%. En entrevista con La Estrella, explicó las razones. 'Creo que la mortalidad de las abejas es preocupante, se han incrementado en relación a la media histórica, pero hay que decir que uno tiene la posibilidad de hacer la reproducción, si tengo 100 colmenas, se me mueren 30, con las 70 que me quedan puedo recuperarlas y subirlas, creo que hay un rol de manejo por parte del productor', explica el dirigente, quien apunta a mejorar la nutrición, la sanidad y evitar la exposición a zonas adversas. 'Para un agricultor que tiene una mirada empresarial se puede mover, ahora para quien tiene las abejas al lado de su casa, es complicado. Ese productor está en zonas de baja intervención agrícola', argumentó.

Cuevas asegura que durante el último tiempo se ha instalado un ambiente alarmista sobre la producción de abejas. 'Estos insectos en el mundo no han variado en el número. Creo que todo este tema alarmista -que a nosotos nos sirve porque estamos en el debate público- no es tan verdadero. Si revisas las estadísticas de los últimos 10 años, nos movemos entre los 60 y 62 millones de colmenas, pero no podemos desconocer que sí se han elevado los niveles de mortalidad', dijo. El apicultor, a propósito de los entornos, reconoció condiciones difíciles para los productores, principalmente por el uso de productos químicos o pesticidas de alto nivel de toxicidad, sobre todo la familia de los neonicotidoindes y que afecta a las abejas, y además matándolas o vulnerando su capacidad de auto defensa. Otra consideración, es el uso -a propósito del monocultivo- de herramientas químicas que acaban con, por ejemplo, la maleza, que es parte de la fauna que necesita la abeja.

Quien hace tiempo puso el tema en la palestra a través de sus espacios televisivos en Mega, y hoy en FmDos.cl, es la periodista Carolina Bezamat. Reconocida defensora de las abejas, la periodista señaló que si bien comparte que hay responsabilidad de los agricultores en mantener el número de abejas mediante la reproducción, también es preciso conversar la normativa medioambiental que existe en el país para el uso de fertilizantes. 'Yo he estado conversando con gente de distintos puntos del país y es preocupante la muerte de abejas de colmenas', dijo la periodista. 'Esta preocupación no sólo es en Chile, sino que en todo el mundo', agregó la comunicadora.

Bezamat destacó iniciativas que existen -como por ejemplo- plantar algunas especies que sirven para entregar una fauna adecuada para las abejas. 'Yo creo que de manera responsable -y no alarmista-nos debemos sentar y conversar estos temas para ponerle un freno a lo necesario, y encaminar el tema de la mejor manera', concluyó. J