Esta semana se publicará la ley y la rayuela se convertirá en deporte nacional. Se intuye que hordas de chilenos maduros, gente enviciada con un tejo, saldrán a festejar la medida. Hablamos de un país con 40 mil federados y, además, otros 40 mil no federados. Un país con 510 clubes de rayuela y 55 asociaciones locales. La rayuela, entonces, es nuestro deporte rey y este 18 de septiembre se viste de gala.
'¡Quedará la grande!' se agita, desde un rincón de Santiago, Pedro Aguilar, jugador de rayuela y, más encima, fabricante de tejos. Opina que esto producirá un desborde de entusiasmo en jubilados fanáticos.
'¿Cómo?', Pedro tiene un problema auditivo.
'¡¡El fomento del Tejo!!', grita don Pedro, feliz y exultante con el logro legislativo.
'¡¡Estupendo!!', responde Pedro Aguilar y ríe bloqueado por la felicidad.
La resolución del Congreso la comunicó esta tarde, y con la voz quebrada, el presidente de la Comisión de Deportes, el diputado Jaime Pilowsky admite, que la rayuela sólo se jugaba en el Jumbo. Pero al diputado se le abrieron los ojos: 'Esto está en todo el país', reconoce ahora, conmovido.
'Esta medida permitirá que este deporte sea reconocido por la comunidad', responde el diputado Pilowsky.
'Las asociaciones de rayuela tendrán más posibilidades de acceder a recursos'.
'La gente seguirá sociabilizando con la rayuela. Es un reconocimiento legal a una actividad muy antigua'.
El diputado sospecha que la rayuela, incluso, dejará de ser un espacio para la vejez. Se viene una rayuela moderna. 'Los jóvenes la están empezando a practicar', se entusiasma el parlamentario. Se figura a jóvenes en la plenitud física lanzando tejos de casi tres kilos, pasando momentos de agrado junto a familias bien constituidas. ¿No es un terreno fértil para los borrachos, diputado?. 'Es la mala imagen de la rayuela. Pero ya no es así. Los clubes de rayuela impiden que se tome mucho', responde.
'Sin duda. Da fuerza en los brazos'.
'Por supuesto. Imagínese lo que es lanzar un tejo de, digamos, 2.3 kilos y a una distancia de catorce metros. Eso requiere de mucha energía'.
El diputado agrega, además, que la rayuela fomenta la coordinación, sirve para trabajar la fuerza controlada y contribuye a la concentración. Pero, más allá de cualquier cosa, este deporte es Chile. Este deporte es nuestra tradición. '¡Este 18 de septiembre la rayuela se puso seria, señor!', se despide con un alucinante grito, el gran rayuelista Pedro Aguilar. J