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Kevin, el joven adicto al peligro que llegó a Viña

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Kevin Steven Mancipe García es un joven colombiano de 19 años que por estos días es la atracción principal del circo Los Hermanos Vásquez, que está instalado en el Estero Marga Marga de Viña del Mar.

Kevin se define como un adicto a la adrenalina y al peligro. Él está a cargo de los espectáculos del Hombre Bala, el equilibrio a más de 10 mettros de altura y la esfera de la muerte en donde cinco motos giran al mismo tiempo en una reducida esfera metálica.

Para el acto del Hombre Bala y el equilibrio, Kevin no ocupa ningún tipo de seguridad. Ni cascos, ni mallas, ni ningún tipo de arnés. Sólo él y la mirada atyónita de 900 personas.

Pero ¿por qué alguien arriesgaría su vida en tres turnos seguidos durante el día?

Kevin dice que lleva 19 años en el circo y que los primeros recuerdos de su adrenalínica vida los tiene de cuando su padre lo lanzaba al aire y lo atabaja. 'Creo que ahí me empezó a gustar la adrenalina', dice el joven colombiano entre risas.

Sin embargo, su comienzo en las tablas de los escenarios no fue a más de diez metros de altura o montado en una moto, fue vestido de payaso cuando tenía tan sólo sesis años.

'Me inicié como payaso. Mi padre me pintó la cara y me hizo salir al escenario con él. Me quedé estático, sin decir nada. No me gustó, no hacía reír a nadie; ser payaso es muy difícil, hacer reír a un montón de gente es bastantae trabajo', señaló Kevin quien a sus cortos seis años se dio cuenta que las payasadas no eran lo suyo.

Kevin se dio cuenta que lo suyo era el peligro, la adrenalina; el asombro del público y el aplauso final.

Entonces se propuso especializarse en lo que se llama el alambre. Durante un par de años estuvo practicando la disciplina y a los 13 años debutó.

Siempre fue igual, sin casco, sin red, sin ningún tipo de protección.

'Es lo que a la gente le gusta. Le da más emoción, tengo seguridad en lo que hago y afortunadamente nunca me ha pasado nada. La concentarción es fundamental en esta vida.', señaló Kevin de quien dicen sus colegas que es un joven ejemplar. 'No toma, no fuma, es tranquilo y muy profesional', señala Victor 'Chocolito' Basaure, representante del Circo de los Hermanos Vásquez.

Kevin continúa y señala que luego de un par de años, buscó llevar su adrenalina a un siguiente nivel.

'Yo ya me presentaba en forma constante en el circo como artista del alambre. Tenía mi número y era bastante bien reconocido. Sin embargo, mi gran adicción a la aventura me llevó a probar las motos en la Esfera de la Muerte. Me interesó y decidí aprender la técnica', señaló el joven colombiano, quien agregó que 'es bastante difícil porque primero tienes que practicar en una bicicleta y necesitas muchas fuerzas de las piernas y de los brazos. Es un entrenamiento muy difícil y esforzado porque requieres concentración y fuerza. A los 16 años debuté con el mismo nerviosismo que cuando lo hice en el alambre. Había dado un paso más en mi historia de aventuras y adrenalina y en ese momentro recordé cuandio casi fui payaso'.

Durantecasi tres años la vida de Kevin en el circo giró en torno a la cuerda de equilibrio y a las motos. Llegó al punto de girar localemente junto a otros cuatro motociclistas dentro de la jaula de la muerte.

Y, ¿adivine qué?: tampoco fue suficiente para Kevin. El joven colombiano necesitaba agregar una nueva rutina a su día lleno de adrenalina.

Fue así como hace aproximadamente un año comenzó a interiorisarse en el espectáculo de la Bala Humana. 'Me llamó la atención, quería intentarlo y comencé a interiorizarme con respecto al tema', detalla Kevin.

'Es un espectáculo muy difícil. Es un trabajo en equipo entre uno, el cañón y la persona que dispara, nada puede salir mal porque sino sufriría un grave accidente', señaló Kevin.

Recuerda que la primera vez que se lanzó la drenalina fue máxima, más allá de lo que él había experimentado. 'Imagínate volar cerca de 30 metros a más de 10 metros de altura. La primera vez que lo hice me asusté mucho, estaba muy nervioso; lo único que quería era llegar hasta el otro lado en la malla', dijo el colombiano a La Estrella de Valparaíso.

'Fue chistoso, pero me puse muy nervioso en mi primer salto. Las piernas se me movían para todos lados y también las manos. La verdad me asusté, y el nerviosismo me duró cerca de un mes. De ahí ya le agarré la mano y todo bien; ahora me encanta y trato de perfeccionar mi acto cada vez que lo hago', señaló el colombiano.

Entre conversación y conversación, Kevin se da cuenta que su vida es un constante peligro, pero a él no le importa.

Para este joven de 19 años de paso por Chile lo más importante es el público. 'El aplauso y el reconocimiento es lo mejor, para eso vivimos. Como te decía yo no ocupo cascos ni protección y creo que eso el público lo agradece; le da emoción al espectáculo. Me gusta que la gente haga los famosos 'uuuhhh' cuando estoy arriba de la cuerda o en las motos. Mis shows son pura adrenalina, y para eso se necesita mucha concentración. Sé que constantemente estoy de cara con la muerte, pero eso es parte de mi trabajo, así lo veo yo' señala el joven de 19 años, quien se prepara para seguir girando junto a Los Hemanos Vásquez durante todo el año.

'Me ha gustado mucho Chile, la gente es muy cálido y han recibido muy bien el especáctulo. Siempre se quedan después de las funciones para felictarme y para conocerme, de verdad les agradeezco'. J