Para quienes tuvieron la oportunidad de asistir a la universidad, sabrán que es una época marcada por arduas jornadas de estudio, pero a la vez de mayor libertad para disponer del tiempo libre, el que se ocupa en hobbies, actividades deportivas, extensos 'carretes' con amigos y compañeros, y las relaciones sentimentales. Estas últimas pueden ser ocasionales, pololeos largos, o sencillamente se encuentra pareja para el resto de la vida.
Claro que en este proceso de andar de enamoradizo se pueden dejar heridos en el camino, como le sucedió a un alumno de la casa central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. La tarde del martes, cerca de las 17.30 horas, el estudiante N.A.G.C., de 23 años, domiciliado en Viña del Mar, aguardaba locomoción colectiva en el paradero ubicado frente al Nudo Barón. De improviso apareció por su espalda un tipo, quien con un desconocido objeto contundente en su mano, en forma certera le asestó un violento golpe al rostro, para luego escapar raudamente. La víctima, sangrando profusamente, alcanzó a identificarlo cuando huía. Era otro alumno del plantel: alto, de pelo corto negro y lentes ópticos, de unos 25 años y llamado Carlos, con quien mantenía rencillas anteriores de índole sentimental, ya que aparentemente disputaban el amor de una misma persona.
El lesionado acudió hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren, donde al ser atendido le diagnosticaron una 'fractura nasal expuesta' de carácter grave. Cuando iba a ser internado el paciente optó por abandonar el recinto, para atenderse en el hospital Naval de Viña del Mar, ya que es hijo de un efectivo de las Fuerzas Armadas. Hizo la denuncia correspondiente en Carabineros, y quedó a la espera de ser citado a declarar al Ministerio Público, organismo al que espera llevar más antecedentes del responsable de la agresión de la que fue víctima.