Cerca del edificio Entel de Santiago, a desconocidos se les ocurrió la brillante idea de dejar una cabeza de chancho a la cual le fijaron unos cables para simular una bomba. La situación que afortunadamente no pasó a mayores -de hecho se cree que fue una broma mala onda dedicada a un local de comida vegetariana- fue el comentario obligado en las carnicerías porteñas, sobre todo en aquellas que se dedican a vender carne de cerdo.
Luis Gutiérrez, de la carnicería 'Chancho a la chilena Osorno', repudió el hecho y señaló que quienes lo hayan hecho, tienen harto tiempo de sobra.
'Tiene que haber sido una persona que tiene tiempo de más o que se consiguió una cabeza de chancho más que grande, porque sería harto trabajo instalar una bomba dentro de ella. Tendría que usar una máquina de carpintería eléctrica para desarmarla entera porque adentro hay huesos, la lengua y todo eso', explicó el carnicero.
Para Gutiérrez, una de las opciones es que los sujetos hayan usado la cabeza de una cerda. 'La cabeza de una chanchita es más grande y si hubiesen usado una de esas no habría sido tanta pega, pero malo está', declaró el porteño.
Aunque causan un poco de rechazo, las cabezas de chancho se venden bastante en Valparaíso. Gutiérrez señala que ahora están escaseando por las pasadas Fiestas Patrias, pero que siempre hay gente que le está encargando.
'Las vendo a $4 mil y la llevan harto congelada. A veces me la piden cocida porque hasta unas tres horas se demora. Se lleva harto porque se come entera, todo es sabroso', aseguró el experto.
Es más, Luis Gutiérrez dice que hasta cazuelas de cabezas se hacen. 'La gente la prepara en cazuelas, no es dura para nada, pero lo único malo es que se demora. El chancho finalmente se come entero, no se pierde nada, salvo las pezuñas, pero todo se come', comentó sonriendo. J