María Serrano, una de las porteñas que fue damnificada en el megaincendio del pasado 12 de abril, observa detenidamente cómo le desarman su frágil vivienda en el sector de Cuesta Colorada en el cerro Ramaditas de Valparaíso. Sin embargo, ella ni se inmuta. No llora, no se queja, ni menos lo lamenta. ¿La razón? Ya tiene un nuevo hogar donde vivir, lejos de las cenizas y lejos de los horrores del fuego.

"Gracias a Dios nos vamos de aquí y qué bueno que hagan esto porque pasó harto tiempo y hay que empezar una vida nueva. Yo llevaba 23 años viviendo acá y perdí absolutamente todo en el incendio, pero ahora nos vamos a Placilla por el subsidio que nos dieron y lo único que voy a extrañar es el huertito que tenía con mi hijo", manifiesta la mujer tras ver su casa de emergencia completamente derribada.

La morada de la señora María es una de las 200 viviendas de emergencia que se construyeron después de la tragedia y que ayer, durante una visita inspectiva del Delegado presidencial para la Reconstrucción de Valparaíso, Andrés Silva, comenzaron a ser desarmadas.

Zonas de riesgo

"La mayoría de estos terrenos no tenían conexiones de alcantarillado ni las condiciones de urbanización porque estaban en lugares inseguros. Por eso, un total de 200 terrenos de familias han decidido y optado por cambiarse a lugares seguros (...) De las 378 familias y viviendas que estaban en zonas irregulares antes del incendio, ya tenemos 90 que se están trasladando a nuevas viviendas, tenemos 48 que han optado por un proyecto que Serviu va a construir en Placilla y con las 240 restantes, estamos haciendo un trabajo de manera que de aquí a diciembre ya puedan tener sus decisiones tomadas", comentó.

Otros proyectos

María de los Ángeles de La Paz, delegada municipal para la reconstrucción, afirmó que se facilitó la maquinaria para retirar la basura y escombros que queden del desarme y que los proyectos de seguridad están siendo desarrollados por la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla). J