Hace 11 meses el ingeniero Pablo Arancibia Trecaman salía del pabellón tras ser trasplantado de riñón. El viñamarino de 30 años había sufrido una insuficiencia renal que lo hizo requerir un nuevo órgano el que fue donado por su madre.

Su salvadora

"Es una carrera muy significativa, pues irá mi mamá y si bien siempre hemos tenido una excelente relación, con esto quedamos mucho más conectados", afirma Pablo quien detalla que hubo que hacer varios exámenes de compatibilidad para poder confirmar que su progenitora podría ser su donante.

Tras la operación la vida le cambió y para la familia Arancibia Trecamán el tema los unió y tomaron espcial consciencia con la donación de órganos y el cuidado de la vida.

"Después del trasplante me dijeron que no podía hacer ejercicios duros, pero tras dos meses empecé a hacer caminatas rápidas y a esforzarme más".

evito jugar a la pelota con personas que no conozco, porque es un deporte de contacto y me pueden pegar. Para correr no tengo problemas, solo beber bastante agua. Con el impacto del cemento no me pasa nada.

UN ejemplo

Si bien Pablo desea mejorar sus tiempos, está cronometrando cerca de 55 minutos en los 10K, la verdadera importancia de su participación en la carrera es su ejemplo de tenacidad y constancia. Él no cuenta con entrenador ni club de runners con quien entrenar y como se cambió a Santiago por trabajo, sus rutinas las hace solo y en el gimnasio.

Otro tema que lo motiva es inculcar en el mundo deportivo la donación de órganos, opción que puede salvar la vida de una o más personas. J