Fue el viernes por la tarde cuando Andrea Vittini , vecina de una de las parcelas de Lliu Lliu, en Limache, se percató de que algo no andaba bien con sus 19 perritos. Desconocidos lanzaron hacia su parcela carne y los perros enloquecieron. Comieron y la carne y uno a uno fueron cayendo; sólo uno de los intoxicados logró salvarse y otro hasta estuvo con ventilación artificial.

De inmediato, Andrea y su mamá, enfermera de profesión, se movilizaron con los perros enfermos a clínicas veterinarias de la Ciudad Jardín, pero no hubo nada que hacer, mientras en su casa y la de sus vecinos seguían muriendo las mascotas.

Don Jorge González y su familia, tenían un perro que murió intoxicado, pero lo más grave es que su hijo de 11 años sufrió las consecuencias del veneno esparcido y hoy claman porque se haga justicia. "El perro llegó a la casa y a las dos horas el niño empezó con los síntomas de intoxicación. Llevamos a la posta al niño y cuando volvimos a la casa, el perro ya estaba muerto", dijo Dolores, la mamá del menor.

UN POTRILLO

El animal había fallecido y se presume que ganaderos lo habrían envenenado. La idea era dar muerte a los perros del sector, que molestan a sus vacas y novillos; una práctica que se reconoce como habitual en el campo, pero que hace años que no se daba en Lliu Lliu.

intoxicados

En total se piensan presentar querellas y se oficiará al SAG que se haga parte.

"Mientras el animal siga tirado ahí, van a seguir comiendo y no solamente perros, zorros, aves de rapiña... El ave de rapiña vuela diez kilómetros más allá, cae, muere y se lo come otro animal y será un efecto dominó. Se propaga", dijo la vecina afectada.

Don Víctor Pradel tenía diez perros en su parcela y a todos los había recogido de la calle. Hoy no tiene ninguno.

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