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La increíble historia de superación de "La dura" de Villa Alemana

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El otro día leí en Facebook una frase que decía "existosa es aquella mujer que construyó castillos con los ladrillos que le lanzaron para verla caer" e inevitablemente me acordé de Claudia Faure Araya, una esforzada villalemanina, de 35 años, que tras vivir uno de los episodios más oscuros que puede pasar cualquier mujer, supo salir adelante, reinventarse, rehacer su vida y hoy tranformarse en una ciclista que puede ser una gran revelación a nivel nacional, y que hasta podría traspasar las fronteras de este terruño.

Pero esta mujer no siempre fue ciclista, no siempre fue reconocida por otros, ni siempre fue exitosa en lo que más le gusta hacer y, hasta hace un tiempo, su vida era completamente distinta.

Hasta hace dos años esta profesional, que tiene dos hijas de 13 y 18 años, estaba emparejada, una relación que duró alrededor de 18 años y que terminó de la peor forma.

"Conviví 18 años con el papá de mis hijas, con el tiempo empezamos a separar nuestros caminos y al final hubo violencia intrafamiliar, hubo tres denuncias por agresiones, fui al Sename, a la sicóloga y al final yo me fui de la casa con mis hijas y con lo puesto", relata la paremédico del hospital de Peñablanca.

Y prosigue, "cuando iba a la sicóloga yo hablaba y hablaba y ella no me decía nada, solo me escuchaba, yo quedaba llorando y salía muy mal de ahí, así es que salía en la bicicleta antes que las niñas salieran del colegio y lloraba y lloraba. Salía para liberarme, para llorar tranquila y no me daba cuenta que llegaba muy lejos, avanzaba y avanzaba sumida en mis problemas y tenía que devolverme desde la punta del cerro y así empecé".

competencias

Empezó a salir sola y desde este mismo grupo, un par de participantes la invitó a unirse a una carrera. "Ellas me decían que no ganaban nunca, pero que iban por participar, a mí igual me daba miedo ir a una carrera, pero me insistieron tanto que una vez fui", relató.

"En junio del año pasado corrí mi primera carrera, fui al Desafío Peñuelas, era una pista horrible, llena de barro en mi bicicleta que era muy pesada, con un cuadro para una persona mucho más alta que yo, con cualquier ropa y así no más. Corrí medio desafío que eran 25 kilómetros, salí primera en mi categoría y segunda a nivel general, no lo podía creer. Me premiaron, me dieron un cheque de 100 mil pesos, compré cosas para la bicicleta y quedé feliz. Desde junio corrí ocho carreras después, incluso algunas nocturas y todas con podio", relata la ciclista.

Ahí se empezó a interiorizar en el tema y supo que existía una Liga Nacional XCM de bicicleta de montaña donde podía obtener puntaje. Decidó que este 2014 correría todas esas competencias. De las siete carreras, ha participado en su totalidad y es la primera del ranking en su categoría.

Pero Claudia no tenía una bicicleta acorde a la competencia, no tenía la ropa adecuada, no sabía como prepararse físicamente ni como alimentarse antes de cada competencia, y le pidió ayuda a su hermano recién titulado de Educación Física quien le pedía a diario consejos a sus profesores, así aprendió a entrenarla y hasta el día de hoy lo hace.

"Él ahora vive en Argentina, pero yo le mando un calendario de mis horarios, si estoy de día o de noche en el hospital, los tiempos que tengo y el día de la competencia y él me manda de vuelta un plan completo de entrenamiento y nutrición y así lo hacemos y nos ha dado resultados", relata.

En total este año ha competido en 26 carreras, algunas de la Liga Nacional y otras no y en todas ha sacado podio, tuvo que comprarse otra bicicleta, que le costó dos millones y medios de pesos aproximadamente y que aún le queda mucho por pagar, esa se llama "Victoria". El nombre le viene como anillo al dedo, está orgullosa, pero pero aún no se convence.

"Aunque haya ganado todas las carreras siempre me pongo nerviosa, sea grande o sea chica, es la adrenalina, pero de verdad que no me creo el cuento. Nunca me imaginé llegar tan lejos, hay gente que me ve casi como una ídola, como un ejemplo a seguir, pero yo todavía pienso que me falta mucho y hoy sólo tengo agradecimientos para mi hermano, para los que me han ayudado y para mi trabajo, porque en el hospital me han ayudado mucho para llegar donde estoy ahora", sostuvo.

auspicio

Sin embargo, el municipio de Villa Alemana, ha sido uno de los auspiciadores que se comprometió con pagar todos los pasajes para que la deportista pueda participar de las competencias de la Liga Nacional, además de las inscripciones.

"Un día fui a pedir audiencia con el alcalde José Sabat y me dicen que llega a las 7.30 de la mañana que ahí atendía al público. Agarré una bolsa metí todas mis medallas, las copas y llegue a las 6.50 de la mañana. Todavía era de noche. El alcalde me hizo pasar, me presenté y le dije 'alcalde, soy ciclista y esto es lo que he ganado', di vuelta la bolsa y él quedó fascinado con mi historia, se comprometió con el financiamiento al tiro, el auspicio sale muy rápido, estoy muy agradecida de él y la otra vez hasta me llamó para felicitarme porque estaba al tanto de cómo me iba en las competencias", relató.

Pero, ¿porqué "La dura"? Esto del ciclismo le ha permitido a Claudia rehacer su vida y encontrar un nuevo amor, un ciclista santiaguino que en el circuito es conocido como "El duro", es tan bueno como ella en este deporte, de esos que llegan al podio y han hecho además pareja en las competencias.

"Cuando empezamos a competir juntos me pusieron 'La dura'y somos la dupla Duralove, así nos dicen en las redes sociales y cuando vamos a las carreras, los otros competidores siempre dicen que su objetivo es ganarle a 'la dura' ya nadie me dice Claudia", relató.

Para el futuro, su meta es ser la campeona nacional este año y que Villa Alemana tenga su propia Federación para correr por los puntos UCI de la Unión de Ciclismo Internacional que le permitan participar en competencias internacionales. Andemás sueña con mandar a confeccionar su propia tricota, con colores propios y con todos los auspicios, donde el municipio de Villa Alemana ocupará un rol preponderante. J