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Historias y aventuras de los mariachis porteños

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Villa Alemana, un día de torrencial lluvia. Afuera de una casa un hombre ilusionado y cuatro charros mexicanos, mojados completamente, entonan a todo pulmón una romántica ranchera. Después de varios minutos hay nerviosismo en el grupo. La mujer, a quien va dedicada el pequeño concierto, no se asoma. Cuando ya daban todo por perdido, la puerta se abre lentamente y los enamorados se funden en un tierno abrazo, lleno de besos y caricias. Los charros se ríen y entonan más fuerte sus temas. Misión cumplida.

VALPO SIN CHARROs

Tres de los integrantes son marinos y otro trabaja en un servicio de equipamiento automotriz. En sus tiempos libres, se visten como charros mexicanos y son contratados para todo tipo de eventos, desde funerales hasta la celebración de bodas de oro.

"Al comienzo teníamos unos trajes bien ordinarios. Nosotros mismos nos los hicimos y no nos importaba mucho ya que estábamos muy entusiasmados. Ahora tenemos trajes hechos a la medida, bordados, con sombreros mexicanos, todo muy bien fabricado y muy hermosos", agrega el director del grupo.

Para poder hacerse conocido en la región, internet ha jugado un papel fundamental, ya que ofrecieron sus servicios en páginas gratuitas de avisos y además se crearon un facebook. De esta manera comenzaron las primeras serenatas.

También los ayudo mucho los videos que la gente comenzó a instalar en You Tube, donde aparecen cantando y compartiendo con la gente. "Si colocas Mariachi Valparaíso, nosotros aparecemos primero y tenemos un montón de visitas".

CUESTIÓN DE ACTITUD

Una de las situaciones en las que más son llamados los charros mexicanos son para reunificar parejas. Generalmente son hombres que quieren una nueva oportunidad y poder seguir con su matrimonio o relación de pareja. Esta modalidad se llama "serenata de balcón" y es donde los charros casi llegan a actuar como sicólogos.

"Uno generalmente pregunta un poco sobre la situación sentimental de la persona que nos está contratando. En el caso de Villa Alemana, el tipo ya había sido echado de su casa y estaba viviendo en Temuco. La situación era bastante crítica y además se puso a llover. Yo pensé que era un caso perdido, pero finalmente terminó bien", relata el director.

EL GRUPO

Eran dos compañeros de escuela que juntos decidimos ingresar a la Marina. Hemos compartido muchas cosas juntos y como sabíamos tocar instrumentos, decidimos emprender esta aventura que no ha traído grandes sorpresas".

El tipo de público que actualmente está contratando charros mexicanos es bastante variado. Si se podría generalizar, la mayoría son mujeres que quieren regalar a su pareja, en su cumpleaños o aniversario de bodas, un momento de música mexicana en vivo.

"Nos hemos dado cuenta que poco a poco los hombres nos están llamando más para eventos. Ellos son los que más solicitan "la serenata de balcón", mientras que las mujeres nos contratan para las casas o los lugares donde se está celebrando el evento".

Cristian Rivera desde niño que comenzó a tocar la guitarra y siempre, al igual que todo el grupo, sintió una atracción por la música mexicana.

El repertorio que tienen incluye canciones de Vicente Fernández, Luis Miguel, Alejandro Fernández, Javier Solís y la música más tradicional mexicana, como la infaltable "Las Mañanitas" o "El Rey".

De esta manera estos cuatro charros porteños esperan salir a recorre la ciudad y seguir uniendo parejas , animando eventos o despidiendo a personas en musicales funerales.

"Ha sido una experiencia muy entretenida y estamos felices con este trabajo extra, que además de causarnos un beneficio material, llevamos alegría y esperanza a la gente". J