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El Trafón es ahora una "fábrica de sensaciones"

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Dos jóvenes realizan osadas piruetas en patines, mientras un Dj toca una poderosa música electrónica. A los segundos una sensual mujer se cuelga desde el techo con un cadena, mientras bailarinas danzan con unos llamativos trajes de plásticos. ¿Dónde ocurre esto? ¿En Berlín? ¿En Buenos Aires? ¿En Santiago?

No. Las entretenidas fiestas llamadas "Beats Sensoriales" se están realizando todos los jueves de octubre en el Centro Cultural Trafón ( Avda. Francia 994) de Valparaíso, donde lo más granado de los artistas electrónicos locales y del performance, están realizando sus show.

Hoy nuevamente el centro cultural se llenará de sonidos potentes, con la actuación de Spec (dj set); JCHZ a.k.a Bongmaster (dj set); GAB (dj set). Habrá una intervención escénica con "roller agresivo (patines); Lil Mami & Zoon, con bailes breakdance, Entelequia Proyección con sus instalaciones analogías visuales y habrá un especial con vinilos.

La productora a cargo de estos eventos es Larrúa-Jo, quienes son un equipo de trabajo independiente, que articula y produce eventos haciendo una mixtura de las artes escénicas, tales como música en vivo, proyecciones análogas, artistas de circo, bailarines, visualistas, diseño y fotografía.

"La idea es proponer al espectador una experiencia sensorial que va más lejos de nuestros propios sentidos. Más que una singular fiesta, es un escenario de reunión cultural, que ofrece un espectáculo de alto nivel y que merece ser visto por el público", señalan a través de un comunicado de prensa.

El texto agrega que la productora Larrúa-Jo , "consta de un grupo estable, donde cada integrante desempeña un rol específico de manera profesional, contando con gestión pública y técnicos, como también artistas estables dentro de cada evento. La idea es invitar a experimentar y contemplar un nuevo mundo de espectáculos en la escena under porteña, lleno de elegancia, con un sello personal, que invita a abrir los sentidos al público y realizar un recorrido por la sicodelia, a través de la imagen, el sonido y el tacto".

El equipo de producción de este evento está conformado por Elizabeth Opazo, dirección y producción general; Frank Millard, diseñador productor musical; Claudio Pérez, director musical y sonidista; Danae Alvarez, dirección de arte; Enrique Barría, artista visual y Dayana Romero, en relaciones públicas.

Hoy el próximo jueves 30 de octubre son las últimas oportunidades para disfrutar de este extravagante y único espectáculo. J

Habibi Delly

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Hace algunas semanas probamos un local de comida árabe que no nos dejó satisfechos. Esta semana fuimos por la revancha y buscando otra alternativa encontramos el Habibi Delly. Está ubicado en 3 Poniente con 5 Norte, Viña del Mar, en un pequeño barrio gastronómico de "deliverys" y pastelerías donde es fácil encontrar opciones para llevar, de buena factura y precio.

El local es pequeño y cuenta sólo con tres mesas en la vereda por si se quiere comer ahí, pero su fuerte es la comida para llevar. Tiene de casi todas las opciones de comida árabe y como la idea era probar pedimos un mix habibi, que incluye hojas de parra, repollo, zapallo italiano, papas, ají y mazarines rellenos. Además pedimos kubbe, hummus y salsa de ajo para acompañar nuestra cena. A pesar de que el pedido es grande en menos de ocho minutos estaba todo empacado y listo para llevar. Aprovechamos la espera para comprar pasteles en la pastelería Pistacho para el postre.

Todas las preparaciones están rellenas con carne picada y arroz y se cocinan en un caldo de vegetales y tomate, por lo que todas las preparaciones se parecen. La principal diferencia se percibe con las especias que se utilizan para sazonar el relleno, en este caso utilizaron cúrcuma (nuestro curry), tradición de la comida palestina. El ideal para calentar la comida árabe es el caldo de tomate en el que se cocinan todos los rellenos, pero cuando no se tiene en el microondas el resultado no es malo si se tiene el cuidado de que no se sequen.

Los rellenos estaban buenos, predominaba el sabor de la cúrcuma. Los vegetales estaban al dente y el relleno cocido. Las hojas de parra estaban buenas y bien enrolladas; los zapallos y ají en el punto perfecto; a las papas les faltaba dorarlas, pero también estaban ricas; a los mazarines (tripa rellena) le faltaba dorarlo, pero una vez dorado en el sartén estaban perfectos. El kubbe estaba bueno, pero estaba muy trabajado y tenía exceso de burgol (trigo) lo que opacaba el sabor de la carne. Ambas salsas, hummus y de ajo, acompañaron muy bien los rellenos y el pan pita tostado.

En resumen, un buen lugar para probar y disfrutar comida árabe,