Secciones

Lo que pasa cuando un niño del campo conoce a un estudiante gringo

E-mail Compartir

¿Dónde está Rusia? ¿qué idioma hablan allá? ¿está muy lejos de aquí? ¿hay que tomar avión? Son algunas de las preguntas que le ha tocado contestar a Tatiana Tarasova, alumna de intercambio que lleva ocho meses estudiando español en la Universidad de Valparaíso (UV) y que durante el mes de octubre participó en el proyecto "Cuenta cuentos Torre de Babel", organizado por alumnos extranjeros y también estudiantes de Teatro de la casa de estudios porteña.

El jueves 23 de octubre les tocó viajar al sector del Polígono en Nogales. Ahí ella y sus compañeros compartieron con niños de hasta cuatro años, participantes de un Programa de Mejoramiento de la Infancia, donde tres veces a la semana asisten a talleres junto a sus mamás. Es una especie de jardín infantil, pero sin serlo, apoyado por la Junji, en el que participan cerca de 40 pequeños.

Niños y estudiantes tuvieron una mañana recreativa donde hicieron distintas actividades: pintaron, jugaron y hasta les presentaron una breve obra de teatro sobre la amistad.

"Es una buena oportunidad para jugar con los niños. Y es bueno para ellos porque somos extranjeros, venimos de otros países, algunos ni sabían donde está Rusia. Es bien educativo, podemos explicarles cosas que ellos no sabían", cuenta Tatiana Tarasova en un muy buen español aprendido en el Puerto.

gratificante

Francisco Ruiz Yáñez es alumno de primer año de Teatro y durante la jornada en Nogales le tocó protagonizar una pequeña obra y además dirigir los juegos con los niños. Quedó disfónico de tanto levantar la voz para animar a los pequeños, voluntarios, coordinadores y mamás.

"Nos invitaron a participar de este proyecto y nos motivó mucho trabajar con niños de escuelas rurales. Para nosotros es importante llevarles teatro, porque ellos no tienen acceso a él, incluso no saben mucho de qué se trata", comentó este estudiante.

Francisco cree que con este proyecto, por muy pequeño que sea, todos sienten que están aportando con un grano de arena. "Podemos llegar a hacer muchas cosas. Es divertido estar con niños, lograr que sonrían. Nosotros venimos una vez a Nogales y quizás si alguna vez vamos a volver. Por eso creo que nosotros aprendemos más de los niños que ellos de nosotros", dijo.

Patrick Fuhmann es alemán y llegó en agosto de este año a la UV. Se quedará hasta diciembre cursando ramos en las escuelas de Psicología, Cine y Negocios Internacionales. Ha participado activamente del intercambio con niños y adolescentes y sobre la experiencia cuenta que "les entregamos a los niños el punto de vista de otras culturas. Muchos de ellos no han visto gente rubia como yo o gente que hable con otro acento. Lo que hacemos es llevarles la experiencia de que hay un mundo allá afuera, que hay diferentes puntos de vista. Ellos también nos hacen preguntas, les enseñamos en el mapa donde están los países y jugamos con ellos", afirmó.

pura energía

Además destacó que "es una de las cosas que hacen falta, tanto a ellos como a nosotros, porque produce retroalimentación, la sabiduría de nosotros y la energía de ellos puede hacer un complemento. Soy una convencida que mientras estén los jóvenes, los niños y los adultos, juntos vamos a hacer grandes cosas, es la cumbre de un gran trabajo, hay que hacerlo más seguido".

Mientras Inés conversa, atrás los pequeños disfrutan de la compañía. Algunos más tímidos no quieren dejar los brazos de sus mamás, pero de a poco se dejan convencer por los visitantes que tienen la cara pintada y visten atuendos de animales.

Están a pleno sol, pero el intenso calor de mediodía no les impide disfrutar a concho el momento. Más tarde le cantarán una canción a sus ilustres visitas.

En jornadas previas -todas realizadas durante octubre- el grupo de "Cuenta cuentos Torre de Babel" realizó jornadas en Puchuncaví, La Ligua, Santa María y Quillota. Cada actividad es distinta, pero en la mayoría los dueños de casa les han enseñado a los estudiantes algo de sus costubres. Incluso les han enseñado a bailar cueca. J