Impacto por los sicarios que balean a paciente en hospital
Como si fuera un guión del afamado Mario Puzo, creador de "El Padrino", una guerra entre familias porteñas ligadas al narcotráfico ha desencadenado una serie de sangrientas vendettas, siendo el último capítulo un cinematográfico intento de homicidio al interior del hospital Carlos Van Buren.
Cerca de las 21.20 horas del miércoles , un hombre de 1.70 de altura, con uniforme verde y cotona blanca -vestimenta que usan funcionarios de salud en pabellones quirúrgicos-, se asomó en la sala 504 del quinto piso del Servicio de Traumatología del Van Buren. Miró a los pacientes y fijó sus ojos en el hombre acostado en la cama 6. Salió un instante y, en forma simultánea, entró a la sala otro sujeto, de 1.60 de alto, contextura mediana, pelo corto negro y tez morena, que vestía un buzo oscuro con franjas blancas y negras en los hombros.
El sujeto se acercó al hombre de la cama 6 y extrajo un arma de fuego, se presume una pistola calibre 9 milímetros, y a unos dos metros de distancia disparó en tres ocasiones, pero el paciente logró lanzarse al suelo y uno de los proyectiles le rozó a la altura del hombro izquierdo, dejándole una "herida contusa abrasiva por proyectil dorsal izquierdo", de carácter leve. Otra bala dio en un velador y la tercera en la cabecera de la cama.
Mientras Carabineros era alertado del ataque, los dos sicarios corrieron por el ala 1 y huyeron hacia la avenida Colón, sin ser capturados pese al vasto operativo de la policía.
MUJER EMBARAZADA
El objetivo de los pistoleros era el paciente de la cama 6, identificado como M.R.M.A., de 39 años, domiciliado en Rodelillo, con antecedentes policiales, quien ingresó a las 21.53 horas del pasado 4 de noviembre al centro asistencial. Ello tras recibir una herida a bala, con entrada y salida en el tórax, además de una fractura expuesta en el antebrazo derecho de carácter grave.
Ese día, junto a su pareja, fueron tiroteados en la calle Principal con Juan Rodríguez de Rodelillo. La mujer, A.G.T., de 27 años, recibió un impacto en la pierna izquierda que le provocó una fractura expuesta. Tiene un embarazo de 12 semanas. Ella está internada en el piso 6 y, por suerte, no fue visitada por los pistoleros.
venganza
Respecto de las motivaciones del violento ataque en el hospital, la Brigada de Homicidios, encargada de esclarecer el caso, maneja la tesis de un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico, ya que el baleo estaría relacionado directamente con un ataque ocurrido el fin de semana, en una casa de pasaje Membrillar de cerro Barón, donde antisociales dispararon una docena de veces a un hombre y a su mujer con 37 semanas de embarazo, la que se encuentra con riesgo vital en la UCI del Van Buren.
Su hija, tras nacer por cesárea, está con ventilación mecánica en el servicio de Neonatología y el padre está en una clínica de Quilpué. Todo apunta a que, en el caso del baleo del miércoles en el Van Buren, fue una venganza contra M.R.M.A. y la embarazada A.G.T., por su presunta participación en los disparos que recibió la pareja de cerro Barón.
"A través de la Brigada de Homicidios estamos recopilando antecedentes sobre el baleo en el hospital. Se trabaja en la base de algunos apodos que mantenemos y así identificar a corto plazo a los autores de este hecho", sostuvo el subprefecto Alejandro Hernández, prefecto de la PDI provincial.
El personero ratificó que hay datos que indican que el baleo está relacionado con el narcotráfico y con los disparos que recibió el fin de semana una embarazada y su pareja en cerro Barón. "No tenemos la certeza, pero sí trabajamos en la hipótesis que estaría relacionado con el baleo ocurrido el sábado, donde aparentemente se produjo una quitada de drogas, lo que genera estos lesionados a bala", explicó Hernández.
seguridad
El episodio de sangre en el Van Buren impactó por la facilidad con que fue vulnerada la seguridad. En ese sentido el director del hospital, doctor Luis Ponce, sostuvo que es probable que los dos sicarios entraron al edificio en el horario de visitas -entre las 10.00 y 18.00 horas- con la tarjeta que permite a familiares estar con los pacientes y esperaran adentro para cometer el delito. Dijo que no están facultados legalmente para revisar los bolsos de las visitas y que el uniforme verde que portaba uno de los antisociales se vende en un negocio a metros del hospital. No hay cámaras de seguridad al interior del hospital, sólo en el exterior.
El gobernador provincial, Omar Jara, calificó de grave lo acontecido y anunció nuevas medidas de seguridad para que estas situaciones no se repitan. Ahora carabineros de civil vigilan los pasillos en el cuarto y quinto piso, mientras que detectives estarán apostados en forma permanente en las Unidades de Emergencia Adulto e Infantil. El OS-10 de Carabineros capacitará a los guardias privados en protocolos de seguridad, que significará restricciones en los ingresos y desplazamientos en el recinto asistencial. J