Secciones

Sicólogos debaten sobre la presencia de Valdivia en la Roja

E-mail Compartir

Aprimera hora del lunes, bajó del avión y exigió salir por una puerta clandestina. Luego enfiló rumbo al entrenamiento en Juan Pinto Durán y ahí el "Mago", o bien el "Loco", a 111 días de su renuncia a la Roja, se volvió a vestir con el buzo nacional. Claudio Bravo le dedicó unas palabras y los compañeros, antes de comenzar un entrenamiento regenerativo y levantar pesas, no contuvieron la emoción: a las once horas Jorge Valdivia recibió una ovación de parte del plantel. El Mago no demoró nada en estrenar una carcajada, trotó riendo con Vidal y Pinilla y, en apariencia, volvió a ser feliz.

Se especula que Valdivia maduró en tres meses. Le dieron la jineta de capitán del Palmeiras. Postula al Balón de Oro del Brasileirao. Y hace tres días metió un pase gol que fue gol. El Mago, por ende, ya suena como titular en los dos amistosos y Sampaoli lo ha vuelto a querer. Pero los sicólogos deportivos son los que discrepan respecto de su nominación.

Las dudas

"Tengo dudas con Valdivia. No sé si pueda adaptarse", señala Gilson dos Santos, sicólogo deportivo de origen brasileño. Ha entrenado el cerebro de Nicolás Massú, de Chaleco López y Carlo de Gavardo. Es experto en manejo de ídolos. Y piensa que Valdivia es inmaduro. "No tolera la frustración, siempre está a punto de estresarse", advierte. Sus colapsos son reiterativos. Es temperamental. Quizás ahora, anuncia, Valdivia se controle un tiempo, y evite una rabieta. Pero, al corto plazo, volverá a reflotar el Mago negativo. Vaticina lo peor: "Valdivia nunca cambiará". ¿Por qué los compañeros lo aplaudieron? "Porque su talento deportivo deja a muchos pasmados". Aún así, su diagnóstico es letal: "Jorge Valdivia es una bomba de tiempo". Explota en cualquier minuto.

La fe

"Creo que Valdivia está en el momento ideal para llegar a la Roja", dice Enrique Aguayo, sicólogo deportivo de larga trayectoria y quien, años atrás, trabajó con Valdivia en el Colo Colo de Borghi. Aguayo opina que Valdivia maduró o los golpes lo hicieron madurar, y ahora parece venir con una actitud muy constructiva. Tiene hambre de selección, dice. Chile lo necesita. Tiene, además, datos concretos de su ética deportiva: "Es un gran profesional que ha sido caricaturizado por los medios". Entrena sin descanso y disfruta el fútbol de alto nivel. Aguayo muchas veces lo acostó en un diván, y ahí se enteró que Valdivia sabe perfectamente que es un crack. Pero, a la vez, sabe que juega en equipo. Valora el sistema grupal. Y lo reitera: "Este es el momento de Jorge Valdivia". J