Pachapapa
Disfrutando las calles de Valparaíso y caminando por calle Prat, casi al llegar a la Plaza Sotomayor me encontré con una pequeña, pero interesante entrada a un restaurante ítalo peruano con una carta tradicional y cargada a la cocina peruana. Es agradable toparse con un local con este tipo de preparaciones, sobre todo para los que trabajan en sus alrededores, ya que escapa a lo que habitualmente hay; me refiero al típico menú.
Primero pedimos una trilogía que se llamaba Leche Tigre Tres Sabores: de rocoto, al natural y ají amarillo. Muy fresca, los sabores muy bien logrados y el picante es una apuesta. Como fan de la capsaicina (componente de los pimientos picantes que produce una sensación de ardor), agradezco el momento. Sin lugar a dudas partimos bien, ahora había que corroborarlo con los demás platos.
Luego llego a la mesa un aromático lomo saltado, muy sabroso, la carne bien marinada, las papas fritas crocantes y con el arroz blanco claramente hecho con aceite de ajo. La impresión inicial se mantuvo. Es posible encontrar excelentes alternativas gastronómicas, con texturas y sabores distintos a los que normalmente consumimos, cerca del trabajo, si trabaja cerca de calle Prat, por supuesto.
La decoración es atractiva y la música invita a seguir disfrutando de la buena mesa, así que pedimos una crema volteada con un muy buen almíbar y un relajante suspiro limeño que casi por obligación lo acompañamos con un café negro sin azúcar, para no sentir culpa.
No solo para mí, sino que para el resto de los comensales que me acompañaban fue una muy buena experiencia. Hasta me atrevería a afirmar que para los que estaban en otras mesas también lo fue. Bastaba con mirar cómo disfrutaban cada bocado.
En pleno barrio patrimonial del Puerto, podemos disfrutar del patrimonio gastronómico de Italia y Perú. Altamente recomendable.