l Un suculento botín en especies consiguieron antisociales que robaron un tradicional local comercial porteño. La afectada fue Ópticas Losada, que hace 40 años funciona en calle Condell. José Hernández, encargado de local, contó que el delito quedó al descubierto a las 9.30 horas de ayer cuando abrieron la cortina. Desconocidos en la madrugada hicieron un forado a través de una pared que colinda con un ex negocio de comida rápida en pasaje Pirámide, que ahora es remodelado para una heladería. Una vez en la sala de exhibición, los ladrones se fueron de cabeza a los lentes de sol de los escaparates, los que no estaban anclados. Tuvieron tiempo de escoger los mas caros de reconocidas marcas, mientras que en el suelo quedaron diseminados los de menor valor. En total se llevaron unos 500 lentes además de dos equipos notebooks, lo que fue avaluado por la administración en $60 millones, por ser mercadería nueva y de temporada. No les interesaron los lentes ópticos de una vitrina. Carabineros de la Octava Comisaría Florida fue al procedimiento, mientras que Labocar buscó huellas de los ladrones, que dejaron herramientas. Es el tercer robo en el año que sufre la óptica, que no cuenta con alarma, cámaras de seguridad ni seguros. Dicen que la inseguridad creció tras la llegada de una oficina de reinserción de Gendarmería. J

l Con lesiones de carácter reservado se encuentra un porteño que este fin de semana fue apuñalado en un asalto en Playa Ancha.

De acuerdo a datos recabados por La Estrella, los hechos acontecieron cerca de las 19.00 horas, cuando un varón identificado como M.A.S.P., de 46 años, caminaba por una calle de Porvenir Bajo.

Se dirigía hasta su hogar ubicado en la avenida México de la población Marina Mercante, cuando en su camino apareció un desconocido, quien le solicitó le regalara 100 pesos. El requerido le negó la entrega de dinero porque supuestamente no portaba.

La respuesta no satisfizo al "machetero", el que extrajo de entre sus ropas un arma cortante, con la que atacó a M.A.S. en el tórax y la cara. Acto seguido el agresor botó al suelo a la víctima, para luego registrarle los bolsillos de su pantalón, y le quitó cinco mil pesos, para luego escapar en dirección desconocida con el escuálido botín. Testigos auxiliaron al lesionado, que fue llevado en primera instancia hasta el consultorio Quebrada Verde, para posteriormente ser derivado por el Samu hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren, donde los médicos de turno le diagnosticaron una herida penetrante en el tórax y otra cortante en la fosa nasal izquierda.

El paciente alcanzó a entregar algunas características del sospechoso, como que se trataba de un hombre alto, trigueño, que vestía blue jeans y polera blanca y usaba la barba tipo candado.

Carabineros adoptó el procedimiento y remitió los antecedentes al Ministerio Público, que determinará las diligencias a seguir para ubicar al agresor que se mantiene prófugo. J

Una jornada caracterizada por las pruebas testimoniales fue el segundo día de juicio oral en el caso del femicidio de la sicóloga Karla Adam, ultimada en julio de 2013 por su ex pareja, el ingeniero Sebastián Sanhueza.

Uno de los primeros en subir al estrado fue Mauro, hermano del acusado, quien desestimó lo dicho por su familiar, en orden a que era víctima de maltratos por parte de la joven. "Sabía que habían discusiones, pero nunca vi agresiones entre ellos. Sebastián no era cariñoso con ella, era más bien distante en alguna etapa de su relación", comentó.

Luego fue el turno de Juan Avilés, quien el año 2010 fue compañero de trabajo de la sicóloga, pero dos semanas antes de su muerte comenzaron un pololeo. Sostuvo que ella siempre trató de mantener a raya sus problemas familiares, pero él sabía de la tormentosa relación con Sanhueza, por lo que optaron porque el romance no se hiciera público. "Karla temía que pudiera hacerle algo al hijo de ambos. Le decía que si no estaba con él no estaría con nadie, y unas de las últimas frases que me pronunció fue que nos vemos mañana si estoy viva". Añadió que en una ocasión recibió del ingeniero un mensaje falso desde el teléfono de Karla.

Sin duda uno de los testimonios más impactantes fue el de Miguel Ángel Arancibia, padrastro de Karla Adam. Contó que junto a Elena, su pareja, acudieron la tarde del fatídico 17 de julio hasta la casa de la profesional en cerro Barón. "Estaba cerrada y escalé por el muro a su pieza en el segundo piso. Karla estaba de rodillas con el dorso sobre la cama en un charco de sangre. La tomé de los hombros y la giré hacia la izquierda. Tenía dos puñaladas profundas en el lado izquierdo del cuello de 1 o 2 pulgadas donde me cabían los dedos. Además un moretón en el lado derecho de la mejilla y parte del mango del cuchillo en el estómago. Como aún habían signos vitales con carabineros la bajamos a la entrada al primer piso, para llevarla en una patrulla al hospital, pero la ambulancia llegó a los pocos minutos. Los paramédicos al revisarla vieron que estaba fallecida", comentó el padrastro. Hoy siguen las declaraciones de testigos y de peritos en el caso donde la Fiscalía pide una pena de presidio perpetuo calificado. J