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Lo bueno y lo malo de vivir como un musculín

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Generan envidia, temor, admiración y a veces hasta un poco de rechazo por sus trabajados cuerpos. Los fisiculturistas comienzan a aparecer a fines de año o tal vez las ganas de estar en forma los hace más visibles para el resto de la gente.

En Viña del Mar, a mitad de cuadra en calle Traslaviña -entre Arlegui y Valparaíso- un diminuto cartel anuncia el palacio de los músculos en la zona: Gymaster. Un pasillo oscuro conduce a la decena de salas de máquinas y dependencias donde se fabrican fisicoculturistas. Su dueño es Nelson Guerra, competidor profesional que ha llegado a 6 finales mundiales y asesora a sus pupilos en todo.

Hace pocos días se desarrolló en San Felipe el torneo "Míster Aconcagua 2014". La cita fue en el teatro Municipal con la versión 18, siendo este torneo de fisicoculturismo y fitness, es el más antiguo de Chile. Allí triunfó Francisco Mellado (a la derecha en la foto principal), quien además de vencer en su categoría de Avezados, se quedó con la copa Overall o General.

Para llegar a obtener el cuerpo del viñamarino Mellado, se debe hacer cientos de sacrificios. Se puede pensar que la mayoría se "pichicatea" o abusa de los anabólicos, sin embargo no es tan así. Si bien en las competencias locales no se realizan pruebas antidoping; recurrir a anabólicos o suplementos no es la panacea.

FÁBRiCA DE CAMPEONES

En Aconcagua fueron 7 los competidores de Gymaster que estuvieron en la competencia y cinco de ellos alcanzaron lugares destacados. El mejor, como ya está dicho, fue Francisco Mellado, siendo escoltado por Felipe Ladrón de Guevara, primero en la categoría juvenil de 22 a 24 años; Patricio Urzúa, ganador de Novicios A; Cristián Ramos, primero en Novicios B y Patricio Figueroa, segundo en la misma serie. Además de Gustavo Vilches, tercero en Avezados y Luis Ahumada, que participó en la categoría Máster para mayores de 40 años.

Después de San Felipe, una semana más tarde, casi el mismo grupo viajó a un torneo de Chillán. El team Gymaster volvió a repetir los triunfos y Pablo Figueroa, se coronó primero en Novicios B; José Muñoz, fue vicecampeón en Avezados y Francisco Mellado fue primero y campeón en Overall.

"Me siento realmente orgulloso de la fábrica del culturismo que tenemos en Viña. Probablemente no tenemos las mejores máquinas ni menos los mejores suplementos, pero nos sobran las ganas de entrenar como si cada práctica fuera la última. Además el grupo se caracteriza por la amistad y el apoyo de unos con otros, lo que sólo ocurre en la fábrica Gymaster", destacó Nelson Guerra, propietario del gimnasio.

Para realizar los viajes, el grupo de culturistas lo hace igual que todos los deportistas amateur. Saca dinero de sus propios bolsillos y el apoyo de la familia es trascendental.

El participante debe contar con dinero para la movilización, hospedaje e inscripción en la competencia; gastos que se suman a los 200 o 300 mil que invierten en dietas, suplementos alimenticios y pago de gimnasio cada uno.

Dado los grandes títulos y premios que han cultivado los físicoculturistas de Viña, Nelson Guerra cree que hace rato debiesen haberlos tomado en cuenta en el municipio u otra entidad. Como una de las grandes potencias de esta disciplina en regiones, los viñamarinos pretenden organizarse y poder armar un campeonato en la Ciudad Jardín.

"Ahora estoy formando un club, para poder hacer un torneo acá, siempre que se apoye. Este deporte no se conoce mucho, pero cada vez es más masivo", apunta Guerra.

Las competencias se realizan durante todo el año, pero desde agosto en adelante los torneos se multiplican.

En Chile, la Federación de Fisicoculturismo y Fitness (Fechiff) agrupa a atletas de todo el país en campeonatos repartidos desde Arica a Concepción y estos se intensifican en primavera y verano.

secretos del campeón

Francisco Mellado es de Recreo y trabaja en forma independiente en un taller mecánico. En San Felipe y Chillán, el joven de 32 años alcanzó el trofeo general, es decir ganó en su serie, y además el jurado después lo escogió como el mejor de los mejores dentro de todos los campeones de cada categoría.

"Yo entreno doble jornada, casi cinco horas diarias, en dos o tres turnos. Mi trabajo me lo permite, pues soy independiente", explica Mellado, quien empezó hace 10 años cultivando su físico y cuenta que nada se obtiene por milagros.

"Después de dos años de entrenar y moldear mi cuerpo, recién me atreví a competir. Antes de llegar a este gimnasio pasé por varios lugares hasta que me quedé acá", cuenta el campeón de campeones, quien invierte 300 mil pesos mensuales para solventar su hobby.

El día de la competencia es otro el show. Se deben maquillar o pintar todo el cuerpo, con pistolas o aerógrafos que salen entre 20 y 30 mil pesos por competidor.

Suplementos alimenticios como vitaminas, aminoácidos y diuréticos, son parte de la vida de estos súper hombres. Antes del período de competencia, se pasa por distintas etapas. Por ejemplo, aumento de volumen de masa múscular, luego de definición y dieta, donde también varía el tipo de ejercicio. Y finalmente una semana antes se hace la puesta a punto, donde se deshidratan y prácticamente no toman agua para marcar más los músculos.

"No estamos todo el año haciendo lo mismo y un error en la planificación, días antes de la competencia, puede costarte el título" explican los musculines, quienes ya son una verdadera familia, que se apoya y actúa como guías para los que recién están empezando.

Patricio Figueroa, es un trabajador minero que cumple turnos de 7x7 días en el norte. El sacrificio para él es tal, que nos cuenta que hay días que sólo duerme 4 horas, para cumplir con la planificación.

Patricio es casado y agradece el apoyo y empatía de su señora e hijos para ayudarlo en su preparación. "A veces estoy en período de dieta y mi esposa come lo mismo que yo para solidarizar, pero cuesta salir con tu hijo y no poder tomarte un helado con él", confiesa Figueroa.

Cristián Ramos, es el más nuevo de los tres atletas que quisieron compartir sus experiencias. Pertenece a la categoría Novicios B, nunca había competido, y su principal motivación fue su compañero y amigo Francisco Mellado. Trabaja en una universidad y es apoyado por su jefatura.

SUS CARRETES

Los musculines cuentan que a la hora de pasarlo bien o carretear, su preferencia es comerse todo y también beber algo si se puede. El régimen estricto por el que pasan gran parte de semanas al año, les priva de comer lo que quieran o beber alcohol, por eso su mayor deleite es "chanchear" tras las competencias.

¿Anabólicos?. Ellos no eluden la pregunta, pero cuentan que éstos no hacen milagros, es decir no elevan el músculo por arte de magia. "Es que alguien con plata podría sólo consumir anabólicos y ganarnos a todos y no es así. Ese tema es más bien un mito. Los fármacos se usan en todos los deportes", se defienden los sansones. J