El día en que Valparaíso despidió a Los Prisioneros
Verano de 1992. El cantante Pancho Puelma había sido detenido por robar un automóvil en Viña del Mar. El cómico Paul Vásquez, junto a su socio, hacían reír a los peatones con sus chistes callejeros, en el Portal Alamos. El escritor Alberto Fuguet visita la zona para lanzar la octava edición de "Sobredosis". En el Aula Magna de la Santa María se presentaba la obra "Malasangre", de Mauricio Celedón y en el local Anastassia, de Reñaca, el grupo La Ley daba sus primeros recitales.
Ese era el ambiente que rodeó la última e histórica actuación de Los Prisioneros, que fue realizada un 18 de enero de 1992, en el Estadio Valparaíso de Playa Ancha y que quedó como el registro más auténtico de la muerte del grupo de rock más importante de la historia de la música chilena.
Hoy, el polémico líder de la banda, Jorge González, se presenta en el Teatro Municipal de Valparaíso, que seguramente estará repleto de adultos que hace 30 años compraron el cassette de "La voz de los 80", y quedaron totalmente distorsionados con las afiladas guitarras y las letras del grupo de San Miguel.
HISTORIA
El recital de Los Prisioneros, el 18 de enero de 1992 no estaba programado. Lo fijó forzadamente la productora Providencia Televisión para ganar los últimos pesos antes de que el grupo se disolviera, supuestamente, para siempre.
Ya Claudio Narea había abandonado el grupo y los integrantes que tocaron en Valparaíso fueron Jorge González, Miguel Tapia, Cecilia Aguayo y Roberto Rodríguez.
Las entradas, a 500 pesos la galería y mil la cancha, se vendieron normalmente y eran distribuidas a través de la desaparecida Casa Amarilla, en Pedro Montt. Según los organizadores, llegaron 14 mil personas al recinto.
La crónica que apareció el lunes 20 de enero de 1992, escrita por el periodista Phillipe Dardel, describe clara y críticamente la última actuación de Los Prisioneros.
Entre las situaciones que describe el reportero está un estadio con su galería casi llena y la cancha bastante "despoblada". Al comenzar el recital los problemas de sonido fueron la tónica de la noche. En un momento un grupo de punkis (que siempre están rondando por esta ciudad) con sus pelos parados y sus ropas llenas de púas metálicas llenaron la paciencia de Jorge González, quien en uno de sus normales ataques de ira les grito: "si no te gusta la huevá ¿por qué no te vai?. Los punk ya estaban pasados de moda el año 1984". Al final carabineros los sacó del estadio.
Philippe Dardel parte su crónica señalando que "un breve escenario poco vistoso, problemas de sonido que se eternizaron y un público lejano marcaron la tónica de las dos horas finales del mejor y más famoso conjunto rock de los últimos años". Y agrega que "el recital tuvo mucho del sabor de la última pelea de un boxeador que no se retiró a tiempo".
La nota señala que Los Prisioneros, "llegaron en estado de cadáver a Valparaíso" y que la última canción que tocaron fue "El baile de los que sobran", donde los organizadores permitieron que todo el público bajara a la cancha y coreara uno de sus famosos temas. Al final Jorge González gritó: "ciao, Aufwiedersehn, buenas noches" y se retiró cerrando un ciclo histórico no sólo en la música chilena, sino que también latinoamericana.
JORGE GONZÁLEZ
Hoy Jorge González retorna a Valparaíso con su nueva banda, donde tocará algunos temas de Los Prisioneros y otros de su nutrida carrera como solista.
Logramos que, a través del correo electrónico, el artista contestara cuatro preguntas relacionadas con Valparaíso. Sus respuestas fueron breves e irónicas.
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- No me acuerdo nada de mis shows , debo reconocer. No se como, pero los olvido.
- Soy súper fan de Chinoy, es muy original y lleno de calidad. Fui a verlo actuar a Berlín y tenía emocionado a todo el público. Me gusta ene.
- Que lo tomen primero como hobby, como amor, que no sueñen con ventas de discos o cosas así porque ya no existen esas cosas. Eso, que lo hagan por amor y si pueden jamas se hagan profesionales, es muy duro.
- Este show la diferencia que trae es que es bueno… tocaremos bien y cantaremos más afinados que los niños cantores del Tirol, en serio, venimos embalados con la música…
Crítico musical
Para el periodista y crítico musical, René Cevasco, Los Prisioneros no sólo marcaron a los músicos porteños, sino que a toda una generación de chilenos.
"Creo que una de las situaciones más importantes es que nos abrieron la mente al rock en español. En los tiempos de Pinochet el rock que se escuchaba era sólo en inglés, estaba asociado a ese idioma. Canciones como "Sexo" o "Nunca quedas mal con nadie", que aparecieron hace 30 años y que son una joya, son un ejemplo de que podíamos escuchar rock en español y chileno potente", explica Cevasco.
Para el periodista uno de las grandes sorpresas fue el disco "Corazones", que en su época fue muy mal criticado y se argumentó que Los Prisioneros se habían vendido al sistema. "El tecno pop de ese disco ahora es utilizado por Manuel García (en su disco Acuario), Javiera Mena y otros artistas. En ese tiempo ser pop era sinónimo de ser vendido, no como ahora que los jóvenes se pueden definir en ese estilo musical sin ser descalificados".
EPÍLOGO
Ese histórico 18 de enero de 1992 el autor de esta nota asistió a las afueras del Estadio de Playa Ancha, para escuchar el último recital de Los Prisioneros. Estaba en tercer año de periodismo y no tenía ningún peso en los bolsillos para entrar al recinto.
Mientras tomábamos una cerveza, escuchando el recital sentados en una vereda de la calle, sonaron los primeros acordes de "El baile de los que sobran" y los organizadores permitieron que todo el mundo ingresara gratis al recital.
Fue así como corrimos por la cancha, emocionados y con lágrimas en los ojos, mientras gritábamos "es otra noche más de caminar". Ahora todo es historia. J