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Jóvenes del Sanatorio preparan el abordaje

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l Muchas veces las campañas solidarias, incluso la misma Teletón, pone el énfasis en los niños con discapacidad - o capacidades diferentes como se les llama ahora - y se olvidan de que esos niños pronto serán jóvenes y adultos que necesitan de un sistema que los acoja y los incluya con sus diferencias. Precisamente a esa necesidad ha respondido el Sanatorio Marítimo de Viña del Mar, institución que por más de 80 años ha brindado atención a niños y jóvenes con daño neurológico.

Verónica González, directora técnica de salud del Sanatorio, explicó que los talleres laborales protegidos pretenden dar continuidad a la escolarización especial.

"Son jóvenes que presentan discapacidad intelectual importante y también motora por lo cual requieren la mediación de un otro para la continuidad de su vida laboral", precisó.

Los talleres son financiados de manera íntegra por el Sanatorio pues por la edad de sus beneficiarios no tienen subvención. J

Areneros "históricos" exigen que los dejen trabajar tranquilos

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l Hace más de cuatro años que se agotaron las cuotas de extracción de arena entregadas por la Dirección de Obras Hidráulicas en torno al lecho del estero Marga Marga. Los areneros históricos lo tienen claro y desde entonces, aseguran, se han ajustado a la norma y adquieren a particulares aquellos materiales que por años han ofrecido: arena, maicillo, gravilla y grano.

"Nosotros compramos la arena y la vendemos acá. No extraemos arena del estero porque está prohibido, pero igualmente nos ponen muchos problemas y no le hacemos mal a nadie. Tenemos familias y nos ganamos la vida de manera honesta", reclamó Rigoberto Astudillo quien hace 8 años se dedica a la venta de productos usualmente utilizados para la construcción.

REGULAR

Patricio Moya, director de Operaciones y Servicios de la municipalidad de Viña del Mar, precisó que efectivamente se realizan fiscalizaciones en el estero de manera de evitar las extracciones.

"Esta es una actividad histórica, muchos se han dedicado por años a esta actividad (...) El problema con los camiones que les venden es que a veces no sólo llevan arena, sino que también escombros. La idea es que el estero se mantenga impecable y eso no siempre se ha cumplido", precisó Moya. J

Simio celoso golpeó a su mujer y destruyó boletería del Metro

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Por agresiones en el contexto de violencia intrafamiliar es buscado un sujeto en Villa Alemana, tras agredir a su pareja en la estación de metro del centro de esa comuna.

El hecho ocurrió ayer a las 7.15 horas, cuando el hombre, ciego por los celos, concurrió al lugar de trabajo de su pareja de 22 años y tras agredirla de una bofetada, las emprendió con la boletería de la estación.

Según señaló el subcomisario de Villa Alemana, capitán Nilo Morales, el problema se habría ocasionado luego de que la mujer no le contestara el teléfono celular a su pareja.

"El sujeto, encolerizado por los celos, concurrió hasta su lugar de trabajo y tras agredirla tomó un objeto contundente y rompió las ventanas de la caja de la estación, luego de eso se dio a la fuga en dirección desconocida", sostuvo el oficial.

SIN DENUNCIAS

Tras la agresión, la mujer fue trasladada hasta la posta del hospital de Peñablanca donde le constataron lesiones menores. Luego fue dada de alta, en tanto que carabineros realizó algunos patrullajes por el sector sin dar con el paradero del agresor.

"No hay denuncias por agresiones anteriores de la pareja y una vez que nos entrevistamos con ella, ésta nos señaló que era primera vez que ocurría", aseveró el capitán Morales.

En la estación, en tanto, hubo un guardia de punto fijo durante la jornada para evitar nuevas agresiones o que se intentara acceder a los cajeros para robar dinero.

La empresa Metro Valparaíso no emitió declaraciones, dado que el incidente que se produjo fue un hecho particular, aislado y que no afectó el funcionamiento ni la frecuencia de los trenes. Se espera que la empresa que está a cargo dotar el personal para las cajas se haga cargo de los daños y del tratamiento para su trabajadora.

Los usuarios del metro se preguntaban qué era lo que había ocurrido en ese lugar puesto que los vidrios de la caseta estaban astillados y presentaban dos grandes forados. Todos presumían de un violento asalto, pero nadie imaginó jamás que se trabaja de un ataque de celos. J