El último paradero de la música en Valparaíso
Con el paso del tiempo y la inclusión de la nueva tecnologías, lamentablemente, el formato físico de la música, como los discos compactos, ha ido desapareciendo.
Valparaíso no es la excepción a la regla y como si se tratar de una extinción masiva, las disquerías han desaparecido con el correr de los años.
Atrás quedaron los tiempos en que en la Ciudad Puerto al menos existían nueve disquerías que ofrecían lo más variado de la música nacional e internacional en un mercado que se vislumbraba como prometedor.
Hoy en día casi la totalidad de las disquerías más importantes de Valparaíso han cerrado sus puertas para no volver abrirlas nunca más. Todas, salvo una; la Disquería Mayra, la cual actualmente ostenta el título de ser la única disquería de Valparaíso.
Tony Alderete, dueño de la disquería comenta en un tono medio triste que no es un título que le gusta ostentar; al contrario, lo traduce como una preocupación porque eso quiere decir que el mundo de la música física está muriendo lentamente.
"Es un poco triste lo que está pasando. Es triste que cada vez los músicos tengan menos posibilidades de grabar o que se cierren cada vez más las puertas para que la gente pueda escuchar música, en ese aspecto todo es muy triste", señaló Alderete, quien cree que las compañías discográficas no han sabido aprovechar el inmenso mercado que existe actualmente en nuestra región y en nuestro país.
"Lo que ocurre es que los empresarios quieren los éxitos de inmediato y eso es prácticamente imposible. En el mundo de la música, y te lo digo porque fui productor musical durante muchos años, no se pueden apurar las cosas, todo toma su tiempo", añadió el dueño de Discos Mayra, quien llegó a nuestro país por allá por el año 1991 como productor del sello Polygram.
TRANQUILIDAD
"Llegué a Valparaíso de paso y después de estar tres meses en otra ciudad decidí volver. Me encantó la locura de la tranquilidad; yo no había visto eso de que en la tarde el comercio cerraba de dos a cuatro. Yo venía con artistas a las radios locales y entre esas horas no pasaba nada; por eso me enamoré de Valparaíso y por eso me quedé acá, por esa locura de la tranquilidad", señaló Alderete.
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-Mira nace desde que yo tenía seis o siete años y entro a una disquería en Argentina junto a mi padre. Se llamaba Barceló y en ella me pasó algo mágico. El olor, el ambiente, los discos terminaron por cautivarme y no sé si es que a esa edad pensé tener una disquería, pero sí supe que esto me gustaba mucho.
Fue en 1999 cuando Tony junto a su esposa Sonia Molina se deciden a abrir la Disquería Mayra.
"Fue algo de locos. Los dos compartimos la pasión por la música y nos decidimos a instalar una disquería acá. Primero yo quería hacer algo con música y libros, pero con los libros no nos fue muy bien. Después nos quedamos con la música, pero como te decía fue algo de locos", agregó Tony.
Y es que el ciudadano argentino y su mujer chilena prácticamente se metieron en la pata de los caballos, considerando que cuando Mayra abrió sus puertas ya habían nueve disqueras compitiendo en Valparaíso por quién llamaba la mayor cantidad de clientes hacia sus vitrinas.
Entre risas Tony recuerda esos tiempos de inicio en donde él junto a su esposa creían haber tocado el cielo con las manos.
"Nosotros pensábamos que teníamos el capital de la Feria del Disco, pero después nos dimos cuenta que no teníamos ni el uno por ciento de lo que ellos tenían. En el camino nos dimos cuenta que hay cosas para las que la gente no necesita capital y otras para las que la gente necesita capital, y mucho capital", añadió entre risas Alderete.
Como toda historia que pinta para buena, con el paso del tiempo Tony y su señora Sonia lograron afirmar y estabilizar el barco, tanto así que, con nostalgia, han visto a las otras disquerías desaparecer lentamente.
-Secretos no hay muchos, sólo que nos dedicamos a apuntar a nuestros fieles melómanos. descubrimos que aliándonos con ellos todo era posible, ya que ellos son los que quieren tener el disco físico en sus manos. A los melómanos no les gusta descargar la música, ellos quieren el producto final original.
-Mira aún no existe la máquina capaz de copiar en forma idéntica un disco de su estado original. Siempre se va a perder algo en la copia y eso los amantes de la música lo sabe. Nosotros apostamos a ellos y vamos viviendo día a día nuestra pasión. Nosotros amamos esto, amamos lo que hacemos y creo que eso se nota. No te niego que hay días malos, como todo en la vida, pero eso no nos detiene.
vinilos
Durante los últimos años ha vuelto la nostalgia por los discos de vinilo y cada vez son más quienes se dedican a coleccionar este tipo de objetos. En Discos Mayra lo saben y también tiene en sus vitrinas lo último de la música que ha sido relanzada en este formato.
"Es bonito que el vinilo esté de vuelta, ya que tiene un sonido muy particular que te transporta muy fácilmente. Yo acá he tenido a niños de entre 13 y 14 años que les gusta coleccionar vinilos y eso me parece perfecto", detalla Aldarete, quien se resta de participar en las distintas ferias que existen en torno a la venta de este tipo de formato musical.
"Cuando comenzaron estas ferias yo me asusté porque pensé que perderíamos clientela, pero nada que ver. Nosotros pensábamos que tendrían precios bajos y todo eso, pero no, resulta que muchos de los que fueron a esas ferias no compraron nada porque los precios son muy elevados y al final acá encontraban lo que buscaban a un precio razonable. No es posible que alguien te cobre 100 mil pesos por un disco de época; eso es algo que está completamente fuera del mercado", dijo el argentino dueño de discos Mayra.
Alderete sabe que los melómanos coleccionistas de vinilos también son un público sumamente importante y siempre se preocupa por satisfacer las peticiones de sus clientes.
"Es importante que el cliente siempre tenga algo nuevo por ver. Siempre tratamos de dar en el gusto a la clientela y eso, como te decía antes, nos ha llevado a donde estamos ahora", enfatizó el ex productor, quien también rescata la resurrección de grupos como Los Prisioneros, pero no comparte el negocio que los sellos hacen en torno a eso.
"El sello de Chilevisión volvió a sacar a la venta 'La voz de los 80', pero a un precio cercano a los diez mil pesos. Eso no le conviene a nadie. Los Prisioneros son de todos los chilenos y se merecen escucharlos, creo que en ese sentido los sellos se aprovechan un poco del mercado", señaló Alderete.
Aún así, el argentino junto a su señora ven con buenos ojos el futuro, tratando de siempre respirar por cada uno e sus poros la música que los ha llevado a ser el último estandarte musical para aquellos nostálgicos que aún van de la mano con los formatos físicos. J